En los primeros tiempos del repintado de muebles, sólo se utilizaban productos a base de disolventes. El primer barniz utilizado -goma laca - se obtenía disolviendo en alcohol la resina secretada por la hembra del escarabajo Kerria lacca. Con el tiempo, los productos naturales fueron sustituidos por materiales de producción industrial más diversificados, más resistentes y con mejores prestaciones. Pero los disolventes utilizados se han multiplicado. A pesar de su gran calidad, los problemas medioambientales creados por las emisiones de disolventes y el peligro de incendio hicieron necesario encontrar soluciones alternativas. Así empezó el desarrollo de productos al agua con cualidades similares y la sustitución gradual de los productos tradicionales a base de disolventes.
La investigación ha dado lugar a productos hidrosolubles de alto rendimiento
A medida que la preocupación por el medio ambiente se ha ido haciendo más acuciante, los fabricantes de barnices y pinturas se han visto obligados a reducir la producción de materiales a base de disolventes y aumentar la de productos al agua. También se ha obligado a todos los usuarios de estos productos a controlar la evaporación de disolventes, es decir, la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV/COV), y a reducir estas emisiones con el tiempo. Los fabricantes de muebles tienen que encontrar soluciones, y una de ellas es sustituir los materiales de base disolvente por otros de base acuosa (solubles en agua).
Lo que más asusta a los fabricantes a la hora de pasar al acabado con productos al agua es el tiempo de secado y el hecho de que el agua del producto levanta la fibra de madera, lo que dificulta el proceso de lijado. Ya no tienen que preocuparse por eso porque los productos han cambiado mucho.
Los fabricantes de estos materiales han intensificado sus investigaciones reduciendo considerablemente el tiempo de secado. Como resultado, el secado de los productos al agua ha llegado a ser, en muchos casos, comparable al de productos similares con base de disolvente. Se han encontrado soluciones para reducir la absorción en la madera, lo que hace que la fibra de madera corra menos riesgos y que el lijado entre capas deje de ser un problema.
Hay soluciones tanto para baños como para barnices y pinturas
Pueden sustituirse tanto las soluciones colorantes como los materiales filmógenos. Los blanqueantes solubles en agua se utilizan desde hace mucho tiempo para teñir la madera. Al principio, eran polvos de colorantes disueltos en agua. Se hacían en la fábrica antes de aplicarlos, para que no hubiera riesgo de deterioro por microorganismos en el agua. Era un proceso desagradable (los polvos volaban por el aire y se inhalaban), y los blanqueadores eran bastante difíciles de secar, con el agua como único disolvente.
Hoy en día se utilizan mucho los baños elaborados a partir de soluciones concentradas de colorantes disueltos en mezclas de resinas y agua. Las resinas utilizadas evitan la absorción profunda y aceleran el secado.
Los materiales formadores de película (nitro, poliuretano, acrílico, etc.) también pueden sustituirse por productos al agua de uno o dos componentes. El método de aplicación es muy similar al de los productos de base disolvente, y las películas resultantes tienen muy buen aspecto y resistencia.
Prácticamente todos los fabricantes de barnices y pinturas ofrecen ahora variantes al agua para cualquier acabado. Hay materiales para el acabado de suelos, muebles de jardín u otros muebles de exterior, hay aceites y ceras al agua, pátinas envejecidas, efectos especiales, etc. Se puede dar acabado a paneles de madera maciza o chapada, MDF o HDF.
La aplicación de productos al agua puede adaptarse a todas las tecnologías
Los materiales diluibles en agua pueden aplicarse mediante pulverización, moldeado, vertido, vertido-recubrimiento, flow-coating o a mano, brocha, esponja o rodillo.
Cuando hay líneas de acabado, cambiar de producto es más complicado, pero no imposible. A menudo no es posible utilizar la misma línea de acabado, ya que son necesarias algunas adaptaciones o cambios de componentes. Pero junto con el proveedor de la línea de acabado y el de barnices y pinturas, se pueden encontrar soluciones.
El acabado a mano es más sencillo. El primer requisito es disponer de una pistola o bomba de acero inoxidable. También debe haber un espacio caldeado y bien ventilado para secar las piezas. La ventilación es un requisito muy importante para el acabado con productos al agua, incluso más importante que una temperatura más alta.
Lo importante es recordar que acabado al agua no siempre significa un acabado orgánico o ecológico. Resuelve el problema de la protección contra el fuego y las emisiones de compuestos orgánicos volátiles, pero no necesariamente los demás problemas relacionados con el medio ambiente o la protección de las personas. Para ello, hay que estudiar las fichas de datos de seguridad de los productos, que indican los componentes peligrosos y los posibles riesgos.
Espero que la información anterior le resulte útil. Como de costumbre, cualquier aportación será bienvenida. Y si tiene alguna pregunta o duda, déjela en el espacio de abajo. Seguro que le responderé.
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