La mansión Brătescu es un edificio imponente, que roba las miradas de quienes pasan por Bran y sin duda atrae la atención de quienes buscan lugares "diferentes" para pasar sus vacaciones. Cuando vi este lugar, me dije que con lo bonito que es el edificio, seguro que descubriría un interior a la altura. Ese interior de buen gusto, auténtico y bonito, complementado con muebles antiguos y nuevos, un interior que buscan mucho los extranjeros que vienen a visitar nuestro país. También me gusta el hecho de que siendo una construcción relativamente reciente esté perfectamente armonizada arquitectónicamente con el estilo de la zona.
Pertenece a una joven familia que quería construir algo especial, algo que impresionara y ofreciera a los turistas experiencias enriquecedoras. Sin duda hicieron una elección maravillosa, inspirada en el contexto de la región y su proximidad al castillo de Bran. La mansión Brătescu está integrada en el circuito turístico y ofrece una atmósfera de casa de noble de Transilvania, además de tener una historia familiar ligada a ella que apoya muy bien este concepto.
El arquitecto Gabriel Henegar diseñó la arquitectura del edificio. Vigas de madera, balcones románticos, amplios ventanales y grandes espacios para habitaciones y restaurante crean un espacio muy agradable e inspirador. En la construcción de esta mansión se utilizaron soluciones modernas, el tejado está equipado con paneles solares.
Impresionante es también el trabajo de la diseñadora Marinela Filip, que pensó cada rincón del interior. Sus elecciones en cuanto a mobiliario, decoración o colocación dan personalidad a cada espacio. Los muebles y objetos decorativos antiguos, así como las luminarias, están en perfecta armonía con el estilo arquitectónico del espacio.
Las habitaciones de la Mansión Bratescu tienen un diseño único. Se describen como una armoniosa mezcla de estilo retro y moderno. La atención exagerada a los detalles, el refinamiento y el mobiliario original de época impresionan.
Casi todos los muebles de la casa solariega son de época, auténticos, reformados o reconfigurados para adaptarse a cada habitación. Los muebles pintados del cuarto de baño son de puro estilo transilvano complementando el estilo general.
En una de las habitaciones, encima de la cama, alrededor hay un poste campesino de madera. Es una habitación rústica con ventanas en tres lados, un ambiente romántico y una vista abierta en tres direcciones.
La sobriedad del mobiliario de época, acentuada por el suelo y el techo con vigas y paneles de color marrón oscuro, se contrarresta con el romanticismo de las flores azules sobre fondo blanco.
El ático está decorado en estilo tradicional, reuniendo piezas auténticas o reconfiguradas de forma moderna.
Las mesillas de noche hechas con trozos de madera cortada, la "máquina de coser rústica", las alfombras campesinas, el jarrón de cerámica Cucuteni, el espejo con incrustaciones de la foto, el lavabo pintado a mano...
No es ningún secreto que Bran es uno de los lugares más visitados de Rumanía. La multitud de turistas que lo "ocupan" en cada ocasión de mini-vacaciones, así como las innumerables pensiones, villas y casas que han llenado la zona son una prueba evidente. Pero, como esta mansión es un lugar para los que valoran las historias, las tradiciones y el buen gusto, puede hacer que vuelva a visitar Bran una y otra vez.
Imágenes: conaculbratescu.ro
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