Elegancia, confort, buen gusto y mucho blanco

Esta casa de vacaciones en Dinamarca me impresionó porque, aunque predomina el blanco, no tiene ese diseño escandinavo sencillo y minimalista. Aunque el exterior no es muy diferente de viviendas en los países nórdicos, el interior tiene más bien el elegante estilo rústico de una casa de campo inglesa combinado con la luminosidad de las casas griegas. Es una combinación muy acertada de elegancia y comodidad, y resulta muy agradable y acogedora.

Desde fuera parecen varias casas, pero en realidad son el mismo edificio. Están tan conectadas y dispuestas que cada zona tiene intimidad sin paredes ni puertas que las separen. Los muros exteriores son principalmente lo que separa las zonas.

En la casa predomina el blanco. No solo las paredes son blancas, sino también los suelos, vigasel techo. El salón es generoso, y el hecho de que no haya techo que separe la zona del desván de la habitación hace que el espacio parezca mucho mayor. Una de las paredes está decorada con numerosos frisos y policromías, similares a los de las casas griegas, con una chimenea en el centro. El televisor, las revistas o los objetos decorativos se "esconden" en los frisos, coloreando así la pared de blanco.

Hay dos zonas delimitadas por sofás, una para socializar y otra, más al fondo, para los que quieran ver programas de televisión.

Las vigas de madera agrietadas, al igual que el suelo, tienen un acabado lavado en blanco que no oculta la madera. A mitad del salón, las vigas están cubiertas y hay una zona de estar o estudio con acceso por una sencilla escalera.

Las salpicaduras de color en la habitación vienen dadas por los cojines de estampado floral, como en el cuadro frente a la chimenea. El mismo estampado floral se encuentra también en la zona del televisor.

Aparte de sofás y sillones, hay pocos muebles. Estos son de madera, de estilo rústico, teñidos de nogal rojizo y están muy bien contrastados por el blanco dominante.

A la izquierda de la entrada al salón hay un pequeño pasillo que da paso a la cocina, construida en forma de L. El almacenaje también está en nichos empotrados en la pared, que es un lugar ideal incluso para las botellas de vino.

La cocina está equipada con todo lo necesario, pero sin desperdiciar espacio. Encimera de madera maciza no falta.

A continuación de la cocina se encuentra el espacio de comedor, el comedor en nuestro sentido, dominado por la mesa de madera rústica.

También aquí se conservan las paredes blancas, destacando los cuadros, las vigas, el suelo y el techo abuhardillado lavado en blanco. Desde el comedor se sale directamente a la terraza a través de una generosa puerta blanca de 2 batientes con pequeño acristalamiento y arco.

Al igual que en el salón, aquí también la transición se hace discretamente a través de un pasillo lateral a la zona de dormitorio. En esta zona se encuentra el dormitorio principal, con su generosa cama de matrimonio blanca, dosel velado y cuarto de baño.

El dormitorio también tiene salida a su propia terraza, separada del resto del patio por la posición del cuerpo del edificio.

Por fuera, la casa es igual de bonita y elegante. La combinación del gris antracita y el negro de la madera, por un lado, y el blanco de las ventanas y las protecciones del tejado, por otro, es muy acertada. El patio es generoso, con mucha vegetación.

Hay varios lugares donde sentarse a la mesa o donde disfrutar tranquilamente de su coñac de la tarde. Coñac que puede tomar en el bar del patio con el mismo estilo griego que le hace pensar en playa, sol y vacaciones.

Una casa elegante, bonita y confortable, construida lejos del bullicio de la ciudad, en una zona rural, para que quien venga pueda disfrutar plenamente de la belleza de la naturaleza y de la tranquilidad que la rodea.

fuente: adorable-home.com