Los edificios antiguos tienen un encanto especial y, aunque en el pasado tuvieran un uso más modesto, salvarlos puede ser una buena opción. Los proyectos de más éxito son aquellos en los que las viejas estructuras se conservan en su mayor parte, dando lugar a una increíble combinación de lo antiguo y lo nuevo. Un ejemplo de ello se encuentra en el Reino Unido, donde un antiguo granero de ganado, que en los últimos años se había utilizado como almacén de maquinaria agrícola, se ha reconvertido para utilizarlo como biblioteca y espacio de oficinas. Para la reconversión se utilizaron vigas y maderas de roble, una elección inspirada para combinar con la antigua mampostería del edificio. El mobiliario, que complementa el interior, incluye tanto piezas antiguas como muebles nuevos fabricados con el mismo roble. El proyecto de transformación es obra del estudio de arquitectura Crawshaw Architects, en Londres y se completó en 2021.
De establo a biblioteca privada
El edificio reconvertido es un añadido a la granja Stanbridge Mill, en Dorset (Reino Unido). El edificio principal de la granja, construido en estilo georgiano, también ha sido bellamente reconvertido. Bajo el edificio principal corre un río poco profundo que pone en funcionamiento un molino de agua muy bien cuidado.
El anexo convertido en biblioteca era originalmente un establo para animales. Pero durante más de 40 años se ha utilizado como almacén de maquinaria y aperos de labranza para cuidar el huerto. El principal requisito era que este edificio abandonado y oscuro desde hacía mucho tiempo se transformara en un lugar agradable y luminoso que pudiera utilizarse para oficinas, pero también como espacio para una biblioteca que albergara una colección privada de libros sobre arquitectura palladiana. Una colección especial que sirvió de tema para la transformación del espacio.
El nombre de arquitectura palladiana procede del arquitecto veneciano Andrea Palladio (1508-1580). Revivió los principios de la antigua arquitectura romana, haciendo hincapié en la importancia de la proporción, la simetría y el uso correcto de los elementos de los estilos clásicos (jónico, dórico y corintio). Para rendir homenaje a esta colección especial, los arquitectos han concebido la transformación como una interpretación moderna de las proporciones y la simetría clásicas.
Ladrillo viejo en el exterior, madera laminada y roble en el interior
Desde el principio, los arquitectos que trabajaron en el proyecto quisieron incorporar el antiguo anexo a la nueva historia, aunque ello exigiera una importante transformación del interior. El nuevo edificio tiene una nave central flanqueada por dos pasillos, a semejanza de una biblioteca clásica. Éstos encajan perfectamente con la arquitectura antigua del edificio, de modo que desde el exterior parece el mismo edificio de siempre. En el diseño se utilizaron materiales y técnicas de construcción muy similares a la carpintería y herrería tradicionales, aunando lo antiguo y lo nuevo.
Las intervenciones estructurales se limitaron a la retirada de dos cerchas de madera originales, que se sustituyeron por vigas de madera laminada arqueadas. (madera laminada). Esto estabilizó los muros exteriores y permitió construir el techo abovedado de la zona central. Para proporcionar la mayor luminosidad posible al interior de la biblioteca, se hicieron tres ventanas en el techo; la intervención se realizó de la forma más discreta posible y preservando el techo abovedado. Y para dar al espacio la altura necesaria, se rebajó el suelo 60 cm, realizándose las excavaciones totalmente a mano.
La bóveda, las vigas arqueadas, las estanterías, las mesas y las sillas están hechas de roble o roble laminado. El roble se ha elegido especialmente para que tenga tantas nudos y coloraciones naturales para que tenga un aspecto rústico y natural auténtico. Técnicas de ebanistería tradicionales (tronco y huecoLas puertas y ventanas interiores se hicieron a juego con las antiguas ventanas exteriores de marco metálico negro. Todos los herrajes son nuevos, pero similares a los originales de hierro.
Desde fuera, el antiguo establo parece que sólo se ha refrescado un poco, no que su aspecto o su finalidad hayan cambiado. Sin embargo, en el interior se han realizado importantes obras para aumentar la resistencia del edificio y aportarle comodidad y luz. Todo se ha hecho conservando lo bueno de la antigua estructura e integrando discretamente elementos nuevos, sin estridencias y en total armonía. Se utilizaron elementos estructurales de madera, materiales aislantes naturales y se combinaron técnicas de construcción modernas con otras tradicionales. El resultado es un proyecto sostenible, un espacio luminoso y acogedor y un edificio en perfecta armonía con el lugar y su arquitectura.
fuente de las fotos: papel pintado.com
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