Reconstrucción de una casa de madera abandonada

Siempre me han gustado las casas antiguas y admiro a quienes intentan salvarlas manteniendo su aspecto, si no idéntico, al menos lo más parecido posible al original. Sé por experiencia que es muy difícil mantener una casa antigua y me imagino lo duro que debe ser intentar devolver a la vida una casa de madera abandonada que se construyó en 1820. Eso es lo que ha conseguido hacer, bastante bien, una familia de Mississippi, Estados Unidos.

La casa, una residencia agrícola en Fayette, Mississippi, era conocida como Laurietta. Terre y Mac Thomas se enamoraron de ella en cuanto la vieron y se propusieron restaurarla. Fue una decisión muy audaz teniendo en cuenta que los cimientos estaban totalmente destruidos y que tampoco tenía muy buen aspecto por dentro.

Para reconstruir los cimientos, la casa de 260 metros cuadrados se levantó con una grúa y se colocó sobre soportes provisionales durante un año. Durante este tiempo, se trabajó en los cimientos, se aisló la casa y se sacaron todos los cables, tuberías y conductos necesarios para la electricidad, la calefacción, el baño y la cocina. Una vez terminado todo esto, se volvió a colocar la casa sobre los nuevos cimientos y comenzó la renovación. Les fue de gran ayuda un diario que llevaba la hija de los primeros propietarios, gracias al cual aprendieron no sólo aspectos de la vida cotidiana en la granja, sino también detalles de la casa y su distribución. Y así, al final, la casa quedó así:

La presencia de 2 entradas hace pensar en un dúplex, pero no lo es. En la época en que se construyó la casa existía la costumbre de hacer casas con 2 puertas de entrada. No se sabe exactamente cuál es la razón, pero hay varias teorías. Simetría, mejor ventilación, alquiler de una habitación con entrada independiente, entrada de invitados son sólo algunas de ellas.

Y en el interior, la familia Thomas ha conseguido hacer maravillas. La entrada y la escalera del piso de arriba tenían este aspecto:

A mitad de la escalera también había una puerta que separaba los dos espacios, probablemente para mantener el calor. Tras la restauración, la entrada tiene un aspecto precioso y la decoración se hizo con mucho gusto y atención al detalle.

Trabajaron duro en la restauración del salón, quitando capas y capas de pintura hasta que consiguieron devolver a la casa su aspecto original.

Así vieron que, además de un zócalo de mármol, hay un revestimiento realizado hasta el nivel de los asientos con paneles de melaza de palin. Afortunadamente, pudieron salvarse y restaurarse.

Lamentablemente no tenemos fotos de la cocina antes de la restauración, pero después puedo decir que tiene muy buen aspecto.

Terre Thomas convirtió un pequeño dormitorio en un "lavadero" colocando allí la lavadora y otras necesidades similares. Lo que conecta el lugar con el pasado, sin embargo, son las dos tablas para fregar la ropa que Terre consiguió de su abuela y que se colocaron en la pared.

El espacio de arriba para los dormitorios de los niños también necesitaba mucho trabajo.

Inmediatamente después de la reforma, los dormitorios eran idénticos, pero el color de los muebles, la ropa de cama y los elementos de decoración marcaron la diferencia. El dormitorio de las niñas es más cálido, con colores claros, el rosa también está presente, un look ligero shabby chic.

En la habitación de los chicos, los muebles son oscuros y el rosa de la ropa de cama se vuelve rojo, sin tapar los elementos "infantiles" de la habitación.

Terre y Mac Thomas tienen una familia numerosa - 4 hijos y 8 nietos - y por eso decidieron construir 2 casas de invitados más junto a esta propiedad. Y es que les encanta que sus hijos les visiten y pasen todo el tiempo posible juntos. Que es lo que quieren, porque son una familia muy agradable.

(fuente: betweennapsontheporch.net)