Aunque el crepitar de la leña en la estufa y el característico olor a calor de la madera quemada son la imagen de una perfecta tarde de invierno, cuando pensamos en la leña quemada como combustible todos nos sentimos tristes: ¿no se podría haber hecho otra cosa con esa leña? Pero hay una solución que parece contentar a todos. Con la madera se pueden fabricar muebles y otros objetos de madera, y con los residuos resultantes se puede obtener una fuente de energía muy eficiente. Son los pellets, un biocombustible cuyo uso crece cada año.
Los pellets no sólo se fabrican a partir de residuos de madera. Básicamente es la forma de recuperar residuos agrícolas, residuos domésticos, algunos residuos industriales, y convertirlos después en una biofuente de energía. Sin embargo, los pellets más populares son los fabricados a partir de desechos de madera y residuos del procesamiento de la madera, tanto en hornos y otras plantas de procesamiento primario como en fábricas de muebles y productos de madera.
Los pellets de madera pueden producirse a pequeña escala, por ejemplo para recuperar los residuos de una fábrica y utilizarlos en ella para calefacción, o a escala industrial, para venderlos como combustible. La tecnología y el principio de producción son los mismos para ambos tipos de pellets, pero la maquinaria utilizada es diferente. Además, algunas etapas del proceso tecnológico pueden omitirse cuando se obtienen pellets para uso doméstico y no son necesarias.
El proceso tecnológico de obtención de pellets comprende las siguientes etapas:
- astillado - útil para el tratamiento industrial en el que se utilizan grandes trozos de madera: ramas, troncos, etc. Los trozos deben reducirse a un tamaño inferior a 50 mm para que puedan triturarse posteriormente.
- Secado - los residuos deben tener un contenido de humedad entre 8 y 14%. Un contenido de humedad inferior no permite la formación de pellets y un contenido de humedad superior da lugar a un pellet de bajo poder calorífico.
- tamizado, clasificación - eliminación de piedras o restos metálicos. Si se utilizan residuos locales de los que se sabe que sólo contienen madera, no es necesario
- Trituración: reducción de los residuos a tamaños inferiores a 5 mm.
- peletización (producción de pellets). Consiste en hacer pasar los residuos por un molde a presión (como una picadora de carne). Se utilizan moldes redondos para las plantas industriales y moldes planos para las plantas domésticas. La presión aplicada es de unas 3 atm.
- refrigeración. En el proceso de prensado se desarrolla una temperatura de unos 90 grd.C. El enfriamiento es necesario para evitar que los gránulos se rompan o se deformen. El enfriamiento más eficaz es el enfriamiento a contracorriente. Esto sólo se hace para los pellets industriales.
- Embalaje - sólo en caso de comercialización.
Las pieles destinadas a la comercialización se obtienen en auténticas cosechadoras. Las prensas redondas utilizadas tienen grandes capacidades, de más de una tonelada de pellets por hora.
Sin embargo, también existen prensas para procesar residuos de pequeñas fábricas con capacidades inferiores a 500 kg de pellets/hora. Pueden ser fijas o móviles y manejarlas una sola persona.
Los pellets se clasifican según su poder calorífico, contenido de humedad y cenizas y tamaño. Todas estas propiedades están normalizadas. La primera norma sobre pellets apareció en 1990 en Austria. Entretanto, han aparecido normas similares en Francia, Alemania e Italia, pero la normativa de la Comunidad Europea se basa en CEN TC 335 - EN 14961 (la norma para combustibles sólidos). Según esta norma, los pellets deben tener las siguientes características:
- Desviación del diámetro: menos de 1 mm. Los diámetros de pellets más utilizados son 6 y 8 mm. Los diámetros más pequeños son más eficientes, pero por debajo de 5 mm consumen mucha energía.
- El contenido de humedad debe ser inferior o igual a 10%. El mejor contenido de humedad para los pellets de residuos de madera es 8%.
- densidad - más de 600 kg/mc
- bajo contenido en elementos químicos
Los pellets pueden utilizarse para calefacción en estufas especialmente construidas. Su bajo contenido en cenizas, de 1-3% para los pellets premium y de 4-6% para los pellets normales, así como el hecho de que son fáciles de usar y "limpios", los hacen preferibles a los combustibles fósiles.
Obtener pellets y utilizarlos para calefacción puede ser una solución para las plantas "productoras" y las comunidades a las que pertenecen. Por lo que he visto, existen todo tipo de prensas, tanto fijas como móviles, de precios muy variados y fáciles de utilizar. Creo que, además del aspecto medioambiental de convertir los residuos en una forma de energía, se consigue un entorno mucho más limpio en las fábricas y una reducción considerable del riesgo de incendio.
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