Embalajes de madera que aportan elegancia o personalizan los regalos

En el deseo de hacer un regalo lo más bonito y atractivo posible, pensamos, casi por igual, en el regalo y en la presentación. Hay varias posibilidades: bolsas de papel satinado o de papel de periódico, cestas de cartón o cajas de cartón decoradas. Utilizar embalajes decorativos de madera puede hacer que un regalo luzca espectacular.

Un embalaje tan valioso como el objeto que protege

Algunas cajas de embalaje están tan bien hechas y son tan bonitas que acaban compitiendo con el propio regalo. Recuerdo cuando veía Dallas (porque no había mucho más ☺) y me fascinaban las cajas de madera para puros. Tenían tan buen aspecto que daba igual lo que hubiera dentro.

Años más tarde incluso tuvimos la suerte de recibir una caja de puros de un amigo. Como por supuesto pueden imaginar, para mí el verdadero regalo fue el "envoltorio": una caja de madera muy bonita. Es una caja pesada, probablemente de una madera exótica, desgraciadamente demasiado cubierta de acabado para identificar el diseño. El acabado es uniforme, la madera es de color nogal y el tinte sedoso. La tapa tiene una pieza metálica que la personaliza. Las bisagras son discretas, y en su interior hay una "cama" de felpa fina para los puros.

Aunque sólo era un envoltorio, guardé la caja. Y ahora, más de 10 años después, me sigue encantando.

Los envases pueden tener las formas, colores y acabados más diversos

Existen cajas de madera especiales para una amplia gama de artículos: botellas de vino, joyas, bolígrafos, tés, especias, café y la lista continúa. Normalmente se utiliza madera de muy alta calidad, especies especiales como nogal, cerezo, roble, caoba u otras especies exóticas. Son maderas bien pulidas, lisas, con un agradable veteado. A veces la madera se deja en su color natural o se tiñe, incluso se pinta. El barniz que las recubre puede ir de muy mate a muy brillante. Tienen herrajes elegantes, a veces discretos, de bella factura y colores neutros.

Tan populares como las descritas anteriormente son las cajas sencillas, parecidas a viejos cajones o cajas banales recicladas. Es precisamente este contraste entre el objeto precioso y la caja ordinaria lo que hace que el regalo sea más atractivo, incluso divertido. La madera utilizada es menos preciosa, resinosa, de tilo o álamo, y el acabado es lo más sencillo posible, casi inexistente, o imita la sencillez. Incluso el lijado ya no es tan fino.

También en este caso, la madera puede permanecer en su color natural o teñirse. También hay versiones blancas con aspecto barnizado. La pátina, si se utiliza, sirve para dar un aspecto antiguo a cajas o cajones reciclados. La capa de barniz es fina, posiblemente salteada aquí y allá. Los herrajes son sencillos, parecen improvisados: un clavo torcido como cerradura, un pestillo, trozos de cuero martillados en tacos como bisagras. Estas cajas tienen un encanto especial, pero es mejor regalárselas a alguien que aprecie este tipo de "bromas", pues de lo contrario se pierde el efecto.

Un regalo siempre se recibe con alegría, independientemente de la presentación. Pero el placer es aún mayor cuando la presentación es elegante o cuando incluye una pequeña broma.