El alto brillo de los muebles, suelos de parqué, instrumentos musicales y otros ejemplos similares de madera acabada es difícil de conseguir. Requiere mucho trabajo y seguir ciertas reglas. Mientras que con un acabado mate, algunos defectos pueden pasarse por alto y son invisibles para la gran mayoría de las personas que lo miran, con un acabado brillante, los defectos son muy visibles. El brillo resalta todos los defectos, haciéndolos visibles incluso para el ojo inexperto.
No basta con utilizar un barniz brillante de buena calidad para conseguir un brillo intenso. Si no se cumplen ciertos requisitos en cuanto a tecnología de trabajo, preparación del producto y condiciones de trabajo, por muy bueno que sea el barniz, no hará maravillas. Por eso te voy a contar cuáles son, en mi opinión, las condiciones que hay que cumplir para conseguir un barniz brillante de alta calidad.
Superficie perfectamente plana, sin protuberancias ni irregularidades
El brillo de un acabado expresa el grado en que una superficie acabada refleja la luz. A alto brillo, el porcentaje de reflectancia de la luz se aproxima a 100%. Para ello, la superficie debe ser lo más plana posible, sin irregularidades ni rugosidades. La obtención de esta superficie comienza con el lijado en blanco de la madera, que se realiza con papel de lija de granos sucesivos, empezando por 80-100 y llegando a 180-240. No es necesario lijar con cada nivel de grano individual. No es necesario lijar con cada nivel de grano individual. Es suficiente con utilizar 3 granos diferentes (véase también aquí). Además, el papel de lija debe sustituirse tras el tiempo de uso recomendado o si está muy obstruido.
La imprimación aplicada debe tener cuerpo, ser dura y en cantidad suficiente para permitir un buen lijado. El lijado elimina las asperezas y el aspecto de piel de naranja, garantizando una superficie perfecta para el barniz brillante. Las imprimaciones más adecuadas son las de poliéster, las de poliuretano o las de curado UV (poliéster, acrílico, poliacrílico, etc.).
El lijado de la imprimación no debe realizarse con un tamaño de grano inferior a 400. Debido al brillo, los granos finos creados por el lijado con papel de lija más fino se harán muy visibles.
El diluyente es muy importante
El barniz necesita tiempo para impregnarse bien antes de empezar a secarse. Por eso utilice un diluyente lento y de buena calidad, sea cual sea la temporada. Si no está muy bien estirado y la superficie tiene piel de naranjadebe hacerse pulido. El pulido o abrillantado es un proceso de lijado más avanzado, que se realiza con abrasivos de grano muy fino, de hasta 4000 granos.
Espacio limpio y sin polvo
La zona de aplicación y secado del barniz debe estar libre de polvo e impurezas suspendidas en el aire.. El barniz tiene un tiempo de secado más largo, por lo que las impurezas pueden incrustarse más fácilmente en la película y hacerse muy visibles debido al brillo. Es muy difícil conseguir un acabado brillante correcto en una sala de acabado normal con una cabina de pulverización normal, sin pulido. Por muy limpio que sea el entorno de trabajo, siempre habrá impurezas en el aire. Para minimizarlas, se pueden utilizar cabinas de pulverización presurizadas o líneas de acabado encapsuladas y presurizadas. Aun así, de vez en cuando pueden aparecer impurezas, que también se eliminan con el pulido.
Barnices de buena calidad
El barniz brillante utilizado debe ser de buena calidad, extenderse bien y, si es un barniz con endurecedor, no debe ser rápido. En el momento de la aplicación, debe estar aproximadamente a la misma temperatura que el soporte de madera y el ambiente. La temperatura recomendada oscila entre 18 y 20°C. Son aceptables ligeras variaciones de este intervalo, pero cuanto mayor sea la desviación de este intervalo, menores serán las posibilidades de obtener un acabado de calidad.
Las recomendaciones anteriores se aplican independientemente de la naturaleza de los materiales de acabado, la tecnología o la maquinaria utilizada. Si se siguen, pueden conseguirse acabados de calidad. Ignorarlas conduce a defectos de acabado... y la reparación implica materiales y mano de obra adicionales, es decir, costes adicionales.
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