A veces nuestra imaginación nos reta a utilizar la información y la experiencia acumuladas para hacer las cosas de forma diferente a como deberíamos para obtener el resultado correcto. Ocurre cuando el espíritu artístico nos impulsa a crear algo único, y lo correcto no es suficiente. Queremos lo "perfecto" de nuestra visión.
Las imperfecciones de la madera ya no se consideran defectos, sino todo lo contrario: hemos visto cómo se resaltan para acentuar el aspecto natural. Siguiendo adelante, también se puede perder un poco el control sobre el acabado. Veamos qué ocurre si no queremos que salga perfecto. A menudo, la curiosidad creativa nos empuja a cometer exactamente esos errores que los expertos se empeñan en señalar (y con razón), para conseguir el resultado espectacular que deseamos. ¿Y si nos inspiramos en el efecto migración de colorpor ejemplo, reconocido como un defecto, se utilizaría como técnica de coloración. Sólo tendríamos control sobre la elección de la paleta de colores, las cantidades y porcentajes de color o agua, y la técnica: un desencadenamiento provocado, caótico e incontrolable.
El resultado es una policromía y un dibujo especiales con entretejidos aleatorios de nuevos colores, gradaciones y matices que se asientan de forma única sobre la madera como si estuvieran en constante movimiento.
Esta vez he rehabilitado un fallo y lo he sacado de la categoría 'evitar probar'. Así que cuidado, si sigues informándote puede que te vuelvas bueno, muy bueno y se te ocurran todo tipo de ideas interesantes y originales 😉.
Sería interesante presentar la tecnología...en este formato el artículo es "minimalista"
La técnica es muy sencilla. Se vierte agua sobre la tabla en la que se desea conseguir el efecto para que la madera se moje (en exceso). Es bueno poner bordes más altos en los lados de las tablas para evitar que los colores goteen antes de mezclarlos. A continuación, de un lugar a otro, según el criterio de cada uno, vierta soluciones de tinción hidrosolubles de diferentes colores. Éstos se mezclarán de forma natural. La madera debe estar húmeda. De lo contrario, los colores migran muy poco. Por último, se doblan los bordes para eliminar el exceso (si lo hay) y se dejan secar los paneles. Tras el secado, se puede aplicar cualquier sistema de acabado transparente para proteger el efecto. Para no alterar en absoluto los colores, recomendamos el sistema acrílico al disolvente (1-2 capas de imprimación, lijado, una capa de barniz).