Probablemente, el primer uso de la madera, antes de que se utilizara para construir refugios, fue como leña. Para calentarse y cocinar, la gente utilizaba la leña y aún hoy lo hace. Seamos sinceros, ¿cuántos de nosotros no queremos una pizza hecha en un horno de leña o pan cocido en un hogar calentado con leña? Y, sin embargo, nunca nos paramos a pensar que quizá podríamos haber hecho otra cosa con esa madera, algo más útil, más duradero y sin destruirla por completo.
Leña utilizada en la construcción de muros
Ahora hay algunas personas, incluso una comunidad, que han decidido utilizar esta madera, que estaba destinada a ser leña, para construir casas. Las casas están hechas por ellos, junto con sus familias, y tienen un aspecto extraordinario. Y lo que es más importante, son respetuosas con el medio ambiente.
La historia comienza en 1979, cuando Richard y Rebecca Flatau decidieron construir una casa en un bosque del norte de Wisconsin (EE UU). La experiencia duró 18 meses, durante los cuales hicieron todo lo posible por cumplir los requisitos de construcción, llamando a inspectores allí donde no había normas ni reglamentos para este tipo de construcciones.
La experiencia personal es ahora objeto de libros
Una vez terminado su trabajo, publicaron un artículo en la revista Mother Earth News y recibieron un aluvión de visitas y preguntas. Empezaron a escribir libros, publicar artículos y conceder entrevistas en radio y televisión para contar su historia. Así consiguieron que mucha gente de todo el mundo siguiera su ejemplo, y ahora son, como he dicho, una comunidad que se apoya y ayuda mutuamente.
Richard también ha escrito en sus libros sobre la madera recomendada para este tipo de construcciones. Dice que el cedro o el pino, la madera que se suele utilizar para construir cabañas de madera, es la que da mejores resultados. Las maderas duras -roble, arce, haya, fresno- no son recomendables porque el hinchamiento y la contracción son mucho más fuertes en su caso. La madera seca y aserrada, no en forma de tocón, es la que mejor se comporta. Es decir, aquellos trozos de madera que se han cortado para ponerlos al fuego. Los trozos de madera se mantienen unidos con mortero, utilizando materiales aislantes naturales. Las paredes se pueden embellecer tapiándolas con cristales de colores, que tienen un gran efecto a la luz del sol.
Los Flatau siguen viviendo en su casa del bosque, 37 años después, disfrutando de las bellezas y los dones de la naturaleza. Recolectan espárragos y manzanas silvestres, ciruelas y sirope de arce, y disfrutan de la tranquilidad del bosque donde, si prestas atención, puedes oír el susurro de las alas de los insectos.
Fuente: cordwoodconstruction.org
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