El otro día estaba viendo una película americana de fin de semana, ligera y positiva, se llamara como se llamara. Pero lo que más me llamó la atención fue el alegato de uno de los protagonistas -un arquitecto- a favor de las casas adosadas. No se refería a esas grandes y lujosas terrazas de los áticos o a la terraza de la parte trasera de un chalet de dos plantas y 20 habitaciones. Hablaba de la pequeña terraza... porche como dicen los americanos- que te reciben a la entrada y se parecen mucho a los porches o soportales de las casas de campo.
Prisma de la casa de los abuelos
La calidez con la que hablaba de la importancia de la terraza para el visitante, así como para los miembros de la familia, me recordó la casa de mis abuelos, donde pasé buena parte de las vacaciones de mi infancia. Tenía un porche tanto en la parte trasera como en la delantera de la casa. La celosía de madera calada, los postes y los bordados de madera bajo el alero adornaban y personalizaban la casa.
Todos los años Mamaia pintaba toda la carpintería de un color gris plateado claro muy agradable. Los porches eran el lugar donde recibía a sus invitados: los huéspedes de la casa en el porche trasero, y los más importantes, como el cura, en el de delante de la casa.
El pórtico de la antigua iglesia de Băița
También encontré el porche de madera que te da una calurosa bienvenida en la iglesia de madera, de más de 300 años de antigüedad, en la comuna de Băița, cerca de Reghin, adonde fui a pasar unos días este verano. La iglesia, muy bonita pero desgraciadamente no restaurada, tiene este porche de madera en el lado donde está la puerta de entrada a la iglesia.
El porche se construyó para proteger a la iglesia y a la gente de los animales y las inclemencias del tiempo. En la madera de la iglesia y el pórtico hay tallados muchos signos específicos de estas construcciones, símbolos que debían proteger el edificio de los malos espíritus. Entre ellos figuran la cruz, la cuerda, el sol y la cabeza de caballo.
Los porches estrechos se han convertido en terrazas amplias y acogedoras
Con el tiempo, los porches han evolucionado, ensanchándose para dejar sitio a bancos, mecedoras y, a veces, incluso mesas.
Atrás han quedado los símbolos de madera tallada, los colores variados y los sofisticados materiales de protección. El diseño ha cambiado aquí y allá sin alterar el mensaje.
El mismo aspecto general de bienvenido que sientes cuando ves una casa como ésta. Sigue siendo el lugar por el que pasas y esperas ver, en una mecedora, un rostro familiar sonriendo a modo de saludo.
chimenea, porche... sería inútil una casa sin ellos... maravillosas fotos.
Muy bonito. Enhorabuena por los artículos
Gracias.
Precioso y bien presentado. Muchas gracias. Mucha suerte.
Gracias a ti y a nosotros.
Para mí, tus intervenciones son una delicia. ¡Ahora has ido demasiado lejos!
Mientras existan PERSONAS como DV. ¡nada está perdido!
Gracias.
Volvía a estar "en mi infancia". Mi madre solía llamar al porche de la casa con los elementos decorativos de madera :cerdac. ¡Gracias por el artículo!