De nuevo sobre madera recuperada. Somos demasiado rápidos a la hora de tirar objetos viejos de madera, somos demasiado rápidos a la hora de quemar madera procedente de la demolición o reconversión de casas. Hemos hablado de ese arte, pero esta vez salva algo más que madera: salva vidas. El protagonista de este artículo -sin formación artística, pero con un historial en el sector inmobiliario en el que ha visto muchas demoliciones y conversiones- tiene ahora trabajo en la oficina privada de la familia Rockefeller y en museos de arte. Es propietario de galerías de arte y un gran filántropo, que utiliza su arte para muchos actos caritativos.
Descubrir una pasión
Roddy Wildeman trabajó primero en el ejército estadounidense, luego como carpintero y después como agente inmobiliario durante 15 años. Durante ese tiempo ayudó a la gente a encontrar nuevos hogares y fue testigo de cómo algunas de esas casas eran demolidas o reconvertidas. Cada vez los restos de las casas le conmovían porque se daba cuenta de lo llenos que estaban de la historia del lugar, de las familias que habían pasado por allí. Empezó a coleccionarlos y a intentar convertirlos en obras de arte. Aunque no tiene estudios especializados, siempre tuvo una naturaleza artística que le ayudó a encontrar su camino y su forma de expresión.
Su experiencia como carpintero le ayudó en el trabajo de la madera. Cuando se dio cuenta de que necesitaba saber más, recurrió a los conocimientos de carpinteros y ebanistas conocidos e intentó aprender todo lo que pudo de ellos. Con el tiempo formó un estilo que resultó ser el ganador.
Madera que encarna la historia
Roddy nunca cambia el color de la madera utilizada, ni retoca la superficie. Dice que así se mantiene encerrada toda la historia, todos los sentimientos de quienes vivieron allí: amor, odio, desesperación, esperanza.
La madera procede de suelos, techos, paredes, pero también de muebles viejos. Los elementos de madera se cortan según determinados patrones y se colocan para formar un dibujo determinado. A veces se emplea un método de unión de maderas utilizado en la Italia del siglo XV. El método se llama "intarsia" y, aunque es la base de lo que hoy conocemos por marquetería, su aspecto final es diferente.
Cuando le preguntamos por qué eligió trabajar con la madera recuperada de Roddy, dice que siempre le hace pensar en las historias de las personas que la han utilizado antes, imaginar cómo eran sus vidas en esos hogares. Otra razón, menos artística pero muy loable, es que siente la responsabilidad social de reciclar y reutilizar. Es su forma de mantener limpio el medio ambiente y proteger los recursos.
Artista y filántropo
Wildeman posee ahora galerías de arte en Nueva York, es director de una organización sin ánimo de lucro, expone en diversas muestras, da charlas motivacionales TEDex y es una figura habitual en los medios de comunicación locales y nacionales.
Roddy es también un gran filántropo. Dona su arte a subastas benéficas, apoya y aboga por la American Foundation for Suicide Prevention, la Sarcom Foundation of America, el Center for Kenyan Children y muchas otras. Recientemente donó a la Fundación Sarcom una gran suma de dinero recibida por la venta de una obra al cantante y compositor Jason Mraz.
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