No creo que haya otro diseñador y fabricante de muebles que haga que se me aceleren los latidos del corazón cada vez que miro sus creaciones. He escrito sobre diseñadores de muebles cuya obra es más arte que mueblespero, por lo que a mí respecta, ninguno de ellos consigue hacerlo a este nivel. Lo que sigue tratará de los muebles como arte y de cómo Joseph Walsh piensa y transforma la madera.
Joseph Walsh es un joven diseñador y ebanista irlandés, conocido ya en todo el mundo. Es uno de esos que se adelantan a su tiempo y enseguida entenderás por qué lo digo. Joseph nació en Cork, Irlanda, en 1980. Empezó a trabajar la madera a los 8 años, aprendiendo el oficio de su abuelo, carpintero. A los 12 ya era capaz de hacer un armario de principio a fin él solo, sin ayuda. Al mismo tiempo, dibujaba continuamente diseños especiales de muebles. Decidió dejar la escuela para tener tiempo de dibujar y trabajar en sus creaciones.
A los 19 años montó su propio estudio en un local familiar y a los 23 ya tenía obras en el Museo Nacional de Irlanda. Pero el reconocimiento internacional le llegó en 2008 cuando, invitada por la American Irish Historical Society de Nueva York, expuso en solitario, lo que le valió numerosos encargos privados y una invitación para exponer en el Art and Design Pavilion de Londres.
Sus obras se encuentran hoy en colecciones privadas, así como en museos y exposiciones. Es bien conocida la pasión del Duque de Devonshire por su obra, y posee una impresionante colección en Chatsworth House, en Bakewell (Reino Unido). También hay obras de Joseph Walsh en el Centro Pompidou de París, el Museo de Arte y Diseño de Nueva York y la Embajada de Japón en Dublín.
Walsh trabaja con madera de fresno, que corta, lamina y curva en líneas sinuosas que recuerdan a cintas. En el taller, la madera de fresno se corta y se vuelve a secar para equilibrarla. Después se encolan las tiras y se curvan en formas que recuerdan a la naturaleza. Cuando se ha conseguido la forma final del mueble, comienza el acabado. La madera se lija cuidadosamente hasta conseguir la finura deseada y luego se trata con aceites naturales. A veces, para algunos modelos, la madera se texturiza con pinceles para resaltar la fibra. Todo se hace a mano y no se utilizan moldes. Joseph sólo hace piezas únicas o series muy pequeñas.
El negocio sigue funcionando en la propiedad de la familia, en un antiguo almacén de patatas convertido en un hermoso estudio. De tener un solo empleado en su propio taller, ahora emplea a 20 personas, todas ellas artesanos altamente cualificados, graduados en prestigiosas escuelas de Irlanda, así como de Francia, Japón, Argentina, Portugal e Israel. Joseph se ocupa ahora más del diseño y la planificación, dejando la ejecución a su equipo.
Quizá su pieza más conocida sea la cama con dosel de la colección Enignum, llamada así por las palabras latinas Enigma y Lignum (madera). Acerca de esta cama El Wall Street Journal escribió en 2011 que es una de esas cosas que crees que no pueden existir y te preguntas cómo puede ser "asombrosamente sensual y brillantemente técnica al mismo tiempo".
En los últimos años, Walsh ha empezado a trabajar con otros materiales. Combinó madera con resina y quedó mucho más contento con el resultado que cuando la combinó con vidrio, por las interesantes texturas. La resina también es fluida, el resultado es siempre sorprendente.
En algún momento también asoció el mármol a su obra. Se decantó por el mármol de Connemara, famoso por sus colores. Junto con su equipo y una empresa especializada, desarrolló una complicada tecnología que fusiona la resina y el mármol, haciendo que parezcan fundirse. La mesa fabricada con esta tecnología parece flotar sobre el suelo.
La creencia de Joseph Walsh es que podemos aumentar la calidad de vida rodeándonos de objetos que tengan valor por encima de la funcionalidad y la estética, que tengan inteligencia en su creación. Por sus destacados logros, el University College Cork, perteneciente a la Universidad Nacional de Irlanda, le concedió el doctorado honoris causa en 2015.
¡¡¡Wow!!! Me he quedado sin palabras...
Yo reaccioné igual cuando lo descubrí.