Un viejo edificio, que originalmente no era una vivienda sino un granero, fue convertido en una casa que puede alquilarse para unas vacaciones románticas. No podía dejar de pensar en la transformación de un granero de madera del siglo XV construido para servir a una granja en el Reino Unido. Lo que me atrajo en primer lugar, más que la antigüedad, fueron las ideas de transformación para conseguir un espacio luminoso en un recinto que es, por definición, oscuro. En segundo lugar, fueron las ideas de los diseñadores de mezclar lo viejo y lo nuevo sin desorden, con cada uno de los objetos, ya sean antiguos o nuevos, encontrando su lugar perfecto.
Hablamos de la reconversión de un granero de madera construido hace 500 años. Uno de esos edificios altos con vigas horizontales y verticales que servían a la granja como lugar para guardar animales y almacenar heno y aperos de labranza. En las películas americanas también aparecen graneros de este tipo.
La conversión se hizo conservando todas estas vigas, pero intentando conseguir el máximo confort. Visto en su conjunto es una sola habitación, igual que el antiguo granero. Y también como el antiguo granero, hay un desván que no cubre toda la superficie, por lo que no está totalmente separado del espacio de abajo. Es como una plataforma a la que se sube por la escalera y desde la que se puede contemplar el espacio de abajo sin problemas.
En la planta baja está el salón, la cocina y el cuarto de baño. El cuarto de baño es la única habitación independiente. El resto del salón consta de cocina, comedor y zonas de estar, separadas por la disposición de los muebles o por falsas paredes que sirven de espacio de almacenamiento. Sin embargo, las zonas parecen separadas y no "estorban".
La cocina tiene una identidad propia dada por la ebanistería y la forma en que se han decorado las paredes utilizando viejas cucharas y retorcedores de madera. El mobiliario es sencillo, austero, resaltado únicamente por la encimera de madera maciza.
Está separada del resto del salón por una falsa pared que tiene varias hornacinas donde se pueden colocar objetos de cocina y electrodomésticos a un lado, u objetos decorativos al otro.
Lo genial de este salón es cómo se ha resuelto el problema de la luz sin cortar las vigas verticales. Entre las vigas, a lo largo de toda la altura de la pared, en los lugares que antes se rellenaban con tierra para formar el muro, se han colocado ventanas. Así, la pared se convirtió en una alternancia de antiguas vigas y "rodajas" de cristal, que transformaron un recinto oscuro en otro muy luminoso e interesante.
La escalera que sube al ático tiene en un punto parte de una plataforma desde la que se ve el salón en todo su esplendor.
Tras unos pasos más se llega al dormitorio. Las mismas vigas resaltadas, el mismo espacio que parece antiguo pero que consigue integrar muy bien las lámparas y mesillas de noche de diseño escandinavo. La antigua alfombra persa da un toque precioso a todo el espacio.
Y en el salón existe la misma idea de combinar muebles antiguos o de diseño clásico con algunos modernos, de diseño escandinavo, sencillos y austeros.
Los objetos decorativos, cuadros, espejos, siguen la misma entrelazando lo antiguo con lo nuevopero cada uno encuentra su lugar perfecto y crea un ambiente cálido y acogedor.
La transformación de un granero de madera puede tener mucho éxito siempre que se intente mantener el mayor número posible de elementos originales. Esta transformación también es espectacular porque se trata de un espacio que nadie habría pensado que podría convertirse en un lugar para unas vacaciones románticas.
foto de origen: grove-cottage.es
El embellecimiento del sinsentido.
Y... cuando pienso en construir la nueva-nueva "tontería", ¡me dan ganas de darme una patada en la cabeza! 🙂