A veces se dice que las casas de entramado de madera son demasiado ligeras para ser fuertes. Y, sin embargo, ser ligeras conlleva una serie de ventajas: cimientos más sencillos y baratos, paredes más delgadas, lo que significa más espacio útil para la misma superficie construida, mejor comportamiento durante los terremotos. Rumanía es un país con un alto riesgo sísmico y tenemos recuerdos muy desagradables de tales sucesos. Por eso no es de extrañar que, cuando la gente decide construir, esté interesada en que su casa sea lo más resistente posible a los terremotos. La madera, que es elástica y más ligera que los materiales de construcción ordinarios, tiene la capacidad de hacer que las casas con esta estructura sean antisísmicas.
Cómo actúa el terremoto sobre la casa
Los terremotos se producen debido a fenómenos geológicos. Tienen un punto central, llamado epicentro, desde donde se propagan las ondas de choque, de modo que el terremoto se siente muy lejos de la zona donde se ha producido. Estas ondas sísmicas hacen que la tierra se mueva y, con ella, que las casas empiecen a moverse. El movimiento de la tierra adquiere una cierta aceleración que, junto con el peso de la casa (su masa, para ser precisos), forma la fuerza sísmica de inercia que actúa lateralmente sobre las paredes. Es la fuerza más importante que actúa durante un terremoto y la más peligrosa. Como resultado, las paredes se derrumban y el techo sin soporte se hunde.
La acción de la fuerza sísmica se produce sobre cualquier construcción, independientemente del material del que esté hecha. Por eso las casas se diseñan teniendo esto en cuenta. La resistencia sísmica de los edificios residenciales y comerciales está regulada por Código de diseño sísmico P100emitido por el Ministerio de Fomento, Obras Públicas y Administración. Según esta normativa, los elementos de la estructura resistente y su posicionamiento se calculan para que la respuesta del edificio ante los terremotos sea óptima.
Una casa con estructura de madera es 3-4 veces más ligera que una casa de hormigón o ladrillo
La estabilidad y resistencia de un edificio vienen dadas por la resistencia mecánica del material del que está hecho. La madera tiene una resistencia mecánica comparable a la de los materiales de construcción comunes. Por ejemplo, la madera de abeto tiene una resistencia a la compresión de 24 N/mm², ligeramente superior a la del ladrillo común o el hormigón, mientras que la del roble es igual a la del hormigón de alta resistencia, con una resistencia a la compresión de 50 N/mm². En el caso de la madera industrializada, como LVL o vigas laminadasla resistencia a la compresión es aún mayor.
Sin embargo, la madera tiene un peso específico inferior al de los materiales de construcción mencionados, y la diferencia es significativa. Por ejemplo, la madera de abeto seca tiene un peso específico de 405 kg/m³, mientras que el peso específico del hormigón normal es de 2200 kg/m³. Esto significa que un elemento de construcción de madera es mucho más ligero que otro similar de hormigón o ladrillo con una resistencia a la compresión comparable. El peso de los elementos de construcción se añade al peso total de la casa, lo que significa que una casa con entramado de madera con la misma resistencia mecánica que una casa de hormigón o ladrillo es mucho más ligera. Los expertos afirman que una casa de madera es 3-4 veces más ligera que una de hormigón o ladrillo.
La fuerza sísmica que actúa sobre la casa es directamente proporcional al peso de la casa, y cuanto mayor sea el peso de la casa, mayor será la fuerza. Como una casa con entramado de madera es más ligera que una casa de hormigón o ladrillo de la misma resistencia, estará sometida a menos fuerza sísmica en caso de terremoto.
La madera puede alabearse sin afectar a su resistencia
La resistencia mecánica no es la única propiedad de la madera que influye en la resistencia a los terremotos. Su elasticidad, maleabilidad y dureza también son importantes.
La capacidad natural de los edificios de madera para recuperar su forma original tras un terremoto los ha convertido en una opción popular en regiones propensas a la actividad sísmica. Algunos edificios de madera centenarios han permanecido en pie después de grandes terremotos, mientras que los modernos edificios de hormigón armado han sufrido daños importantes. Como ejemplo, el edificio de madera más antiguo del mundo,una pagoda de 5 plantas en un Japón sísmicamente activo tiene más de 1000 años.
La elasticidad de la madera que forma la estructura junto con los elementos de fijación -tornillos, conectores metálicos, cierres- confiere al edificio la capacidad de deformarse y luego volver a su forma original, amortiguando así la fuerza del terremoto. La fuerza se disipa y el edificio permanece en pie.
La maleabilidad y dureza de la madera también son importantes en caso de terremoto. La madera tiene la capacidad de soportar fuerzas sísmicas laterales sin sufrir daños, y al ser un material duro resiste golpes o roces sin ceder.
Está claro y demostrado que un edificio de madera es mucho más resistente a los terremotos que uno de hormigón o ladrillo. Prueba reciente han demostrado que un edificio de entramado de madera de hasta seis plantas puede resistir un terremoto de magnitud 7,5 con muy pocos daños. En nuestro país no se pueden hacer edificios de madera tan altos, la normativa aún no permite más de 3 niveles (planta baja y 2 pisos). Pero si quieres una casa nueva, considera esta opción, ya que la resistencia a los terremotos no es la única ventaja de casas sobre estructura de madera.
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