El 12 de julio, Día del Forestal, como informamos en un artículo anterior, los sindicatos forestales polacos organizaron una gran protesta contra la política forestal estatal del gobierno y el nuevo modelo forestal propuesto. Según drewno.plHubo manifestaciones en toda Polonia, centradas en Varsovia, donde unos 700 manifestantes se concentraron ante la Cancillería del Primer Ministro.
Principales reivindicaciones de los silvicultores polacos:
1. Levantar la moratoria sobre las talas, introducida en enero y prorrogada recientemente hasta septiembre.
2. Detener los "experimentos" que sólo aparentemente se consideran respetuosos con el medio ambiente, pero que podrían perjudicar a los bosques polacos.
3. Dimisión de la ministra de Clima y Medio Ambiente, Paulina Hennig-Kloska, y del secretario de Estado de Bosques, Mikołaj Dorożała.
4. Rechazo de las propuestas de modificación de la Ley Forestal y la Ley de Protección de la Naturaleza.
5. Iniciar un diálogo real entre el gobierno y el sector forestal.
Los silvicultores advierten de que los cambios previstos podrían provocar un desempleo masivo y afectar negativamente a toda la industria forestal y maderera polaca. Argumentan que decisiones recientes, como la moratoria de la tala, se tomaron sin cumplir la legislación vigente.
Jarosław Szałata, Presidente de la Unión de Silvicultores Polacos, subrayó en una carta al Primer Ministro Donald Tusk: "Queremos trabajar en silencio y servir a la sociedad para que la sostenibilidad y la accesibilidad de los bosques polacos nunca se vean amenazadas. Creemos que estamos profesionalmente preparados, tanto teórica como prácticamente, para un trabajo responsable de protección de la naturaleza y el clima, así como para la gestión de los bosques estatales."
La protesta de los silvicultores fue acompañada de contramanifestaciones de grupos ecologistas, aunque de escala considerablemente menor.
El impacto en el sector maderero ya es visible. Andrzej Karpowicz, representante de un consorcio de empresas forestales, declaró: "Desde que se introdujo la moratoria, el personal de nuestro consorcio se ha reducido en 201TPTP3T. Las máquinas adquiridas a un coste enorme están paradas".
La situación de Polonia ilustra las crecientes tensiones entre las políticas de conservación y las necesidades de la industria maderera, un reto al que se enfrentan muchos países europeos en el contexto del cambio climático y las preocupaciones medioambientales. Encontrar un equilibrio entre la protección de los bosques y el sostenimiento de una industria vital para la economía sigue siendo una tarea difícil para los responsables políticos.
Añadir un comentario