GLULAM es el término internacional utilizado para vigas laminaresEl término procede de Glued Laminated Timber (madera laminada encolada). El producto es un compuesto de madera formado por capas de madera (tablones) unidas de extremo a extremo a la medida deseada, que se encolan a presión, en toda su anchura, con un adhesivo muy fuerte.
Un material duradero utilizado con éxito en la construcción
Las vigas laminadas se utilizan para fabricar estructuras portantes, es decir, postes, vigas, marcos, etc. También pueden obtenerse en formas curvas, con una resistencia a la flexión 50% superior a la de la madera maciza. Además, la creación de este sándwich reduce las tensiones que se producen en la madera maciza, lo que da como resultado un material que se deforma y agrieta más lentamente.
Otra ventaja del material es que permite eliminar ciertos defectos de la madera, nudos, grietas, que crearían problemas en una estructura resistente. Las piezas resultantes de la eliminación de las partes defectuosas se unen en dientes y luego se encolan. Las capas adhesivas formadas hacen que el material sea resistente al fuego. Cuando el fuego alcanza el adhesivo, se extingue por sí solo.
Uno de los primeros edificios que se conservan en los que se utilizaron vigas laminadas para la construcción de tejados es el salón de actos del King Edward VI College de Southampton (Inglaterra), que data de 1866. Ahora funciona como salón de bodas del ayuntamiento.
Una historia de casi 150 años
Sin embargo, la primera patente industrial fue registrada en Weimar (Alemania) en 1906 por Otto Hetzer, un alemán muy inventivo. Ya en 1872 había puesto en funcionamiento una máquina de carpintería y ebanistería accionada por vapor. Aquí desarrolló muchas ideas innovadoras que empezó a patentar en 1892. La patente registrada en 1906 es prácticamente la partida de nacimiento de la viga laminar.
En 1909, Terence&Chopard, una empresa suiza de consultoría de construcción, compró la patente y utilizó las vigas en varios proyectos.
Uno de los proyectos fue el Instituto de Higiene de Zúrich de la época, construido en 1911, que más tarde formó parte de la Universidad de Zúrich. La cúpula en forma de campana, construida entonces con vigas laminares, sigue siendo visible hoy en día.
En Estados Unidos, las vigas laminadas llegan en 1934, gracias a Max Hanisch Sr., que trabaja con Otto Hetzer hacia 1900. Crea una empresa en Peshtigo, Wisconsin, que iniciará la producción a escala industrial.
Un momento muy importante en la historia de la madera laminada encolada es 1942. En este año se introdujo un adhesivo totalmente impermeable (adhesivo de fenol-resorcinol), que permitió el uso de vigas a la intemperie.
La resistencia de las vigas laminares permite construir espacios con grandes aberturas
Ahora las vigas se utilizan para construir estadios deportivos, naves industriales, puentes, museos, salas de conciertos y muchas otras construcciones impresionantes.
Gracias a su gran resistencia a la carga, incluso a grandes longitudes, permiten construcciones sin pilares de resistencia, con grandes luces. Esto permite a los arquitectos dar rienda suelta a su imaginación y crear construcciones espectaculares.
También se conocen fábricas de vigas laminadas en Rumanía, en Ulmi, cerca de Targoviste, en Joseni, Harghita o en Voiteg, Timis. Hay muchas obras que se han desarrollado utilizando madera laminada, una de ellas es la de Salina Turda.
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