A veces las ideas más locas producen los efectos más interesantes. En este caso tengo el placer de presentar dos de sus creaciones Koka Nikoladze: cajas de música de madera que pueden producir un número casi infinito de combinaciones gracias a piezas intercambiables de todo tipo de metales dobladas en diferentes formas.
Creo que aquí es donde habría acabado si hubiera seguido tocando con reglas golpeadas por el borde del banco, cuerdas sujetadas con los dientes y pellizcadas rítmicamente o tenedores convertidos en diapasones y posteriormente confiscados por los profesores en la escuela secundaria.
¡Buena escucha!
Es mi sueño realizar una especie de caja de música, invención mía, que se pueda "tocar" con la mano desnuda o con una especie de bastón sonoro. El diseño incluye una cavidad resonante, un orificio de succión del sonido y una serie de finas transversales musicales hechas con alambres de polietileno. Tengo intención de llamarlo "chirriador".