Qué es y por qué es importante lijar entre capas

Los proveedores de productos para el acabado de la madera dicen continuamente a sus colaboradores que el lijado entre capas es un requisito indispensable para obtener un acabado de calidad. Incluso solía decirse que los productos son muy buenos, pero no hacen maravillas. Pero, ¿qué es, por qué y cómo se hace este lijado y, lo que es más importante, por qué es tan importante?

Lijar entre las capas de barniz no es totalmente diferente de molienda blancaes decir, la que se realiza antes de cubrirla con materiales de acabado, pero tiene sus propias peculiaridades. Se realiza para obtener la mejor calidad superficial posible y garantizar la adherencia entre las capas de acabado.

Veamos primero la calidad. Cuando se aplica la primera capa de material de acabado, la madera absorbe este material y la fibra de la madera se levanta, menos si los materiales son de base disolvente y más si son de base acuosa. Cuando el material aplicado se seca, esta fibra levantada se vuelve muy rígida, dando la sensación de arañazo al pasar la mano por encima. Para que la superficie quede lisa, hay que eliminar esta rugosidad, y la eliminación se hace lijando.

Pero no es sólo la fibra alta la que crea problemas, sino también el polvo de la atmósfera o el gaseado de la película que puede producirse al pulverizar. El gaseado se produce cuando partículas de barniz seco de la atmósfera caen sobre la película húmeda y quedan atrapadas en ella, comportándose como un abrasivo (puedes arañarte con ellas). Cuando se pulveriza, el barniz se transforma en partículas muy finas. Un diluyente muy volátil (muy rápido), combinado con un entorno de trabajo en el que hace mucho calor, hace que parte del barniz aún seco del aire caiga sobre la pieza húmeda y ... listo para gasear. Tanto estas partículas de barniz como las partículas de polvo atrapadas en la película de barniz se eliminan lijando.

Si se aplican más de 2 capas de material, es mejor lijar después de cada capa. Hay tecnologías que recomiendan aplicar las capas por el método húmedo sobre húmedo. Es decir, si se van a aplicar 2-3 capas de imprimación, deben aplicarse sin esperar al secado total, sino tan pronto como se haya evaporado parte del diluyente, es decir, entre 15 y 30 minutos después de la aplicación (no más de 45 minutos en el caso de productos de poliuretano). En este caso, por supuesto, no se lijan las capas, pero es obligatorio lijar esta multicapa después de que se haya secado completamente, antes de aplicar la capa final de barniz. Lo mismo se aplica a las capas intermedias de productos UV que no se secan completamente, sino que sólo se gelifican.

Otra propiedad en la que influye el lijado entre capas es la adherencia de las capas de material entre sí, donde la naturaleza de los materiales utilizados es muy importante. Si se utilizan productos de nitrocelulosa, las capas de material se adherirán aunque no se lije. En este caso, el diluyente de la capa superior penetra en la inferior, la ablanda y la une para formar un todo. No ocurre lo mismo con los materiales curados químicamente. En este caso, como el diluyente ya no ataca la capa inferior, hay que crear una forma para que la capa superior se "aferre" a la inferior. Y esto se consigue lijando entre las capas, cuando se forman pequeños rizos en la película, a los que se adhiere la capa superior. Además, el lijado elimina la parte totalmente endurecida de la superficie de la capa depositada y llega hasta el interior, donde el material es más blando y la reacción no es completa. Por lo tanto, es mejor lijar antes de aplicar la siguiente capa. No es buena idea dejar pasar mucho tiempo entre el lijado y la aplicación (por ejemplo, toda la noche) porque durante este tiempo la capa "descubierta" entra en contacto con el aire, se endurece completamente y acabas exactamente donde empezaste.

La adherencia entre capas puede controlarse simplemente con los materiales que tenemos a mano. Un método consiste en pasar una moneda con el canto sobre la capa de barniz. Si queda una marca blanca y ancha, es que las capas no se adhieren entre sí. Otra forma de probar es haciendo con una oruga fina una cuadrícula de equis y ceros en una parte oculta del acabado. Sobre la cuadrícula poner una cinta adhesiva (scotch tape) y tirar. Si se quitan más de 15% de los cuadrados formados entonces el barniz no tiene adherencia.

A diferencia del lijado en blanco, el lijado entre capas se realiza con esponjas abrasivas finas o papel de lija de grano 280-320 para barnices mates y 400 y más para los brillantes. El uso de lijas más gruesas (por ejemplo, 100-150) está totalmente desaconsejado porque los rizos que se forman son muy grandes y se hacen muy visibles después de aplicar la siguiente capa. Además, al lijar con un papel grueso se elimina una cantidad mucho mayor de imprimación y se corre el riesgo de obtener madera. He visto en algunas fábricas cómo, por el deseo de hacer más rápido el lijado, se utilizaba papel grueso, acabando por eliminar toda la capa de imprimación aplicada. Era una especie de "trabajo en vano" porque volvía a la madera y cuando se aplicaba la siguiente capa la veta de la madera volvía a levantarse.

Para no correr el riesgo de penetrar en la madera aunque utilice los materiales adecuados, lo mejor es lijar primero con cuidado los bordes de los paneles y luego pasar a lijar la parte central.

También es una buena idea no utilizar papel de lija, que es más rígido, para las partes perfiladas, patas de mesas o sillas u otras zonas similares, sino esponjas u otros materiales que se amolden al perfil. Así se evita "quemar" zonas, es decir, eliminar los materiales de acabado en esas zonas hasta llegar a la madera.

El lijado entre las capas puede hacerse tanto manual como mecánicamente, con máquinas especiales con movimiento giratorio o en plano, lo importante es que la lija utilizada sea la adecuada.

Espero que te hayas hecho una idea de lo que significa lijar entre capas y por qué es bueno hacerlo. Hay mucho más que decir sobre este tema, pero creo que ya es demasiado para un solo artículo.