Con una sierra de cinta, fabricar suelos de madera como hobby puede convertirse en una pequeña empresa de éxito

Nils Ohlin, nos cuenta cómo planea y se prepara para cambiar su rutina de trabajo de oficina por la labor creativa de fabricar suelos de madera a medida

Trabajo como jefe de proyecto en una obra, lo que supone sobre todo trabajo de oficina. Para mí es muy relajante volver a casa y trabajar con las manos. Mi objetivo es dedicar todo mi tiempo a este trabajo aquí en casa dentro de unos años. Empezó como un hobby, ¡pero ya no lo es! Mi producción es muy pequeña y muy especializada. La idea es fabricar únicamente suelos a medida. El producto en sí requiere mucha artesanía y está destinado a durar generaciones. Mis clientes típicos quieren un producto único, algo que nadie más tenga.

Algunos clientes incluso me dan la madera ellos mismos. Posiblemente algunas granjas han sido propiedad de la misma familia durante cientos de años. Así que pueden coger un árbol cultivado allí y convertirlo en el suelo de la casa. Hemos desarrollado este negocio en los últimos 5 años. Lo que me parece realmente genial de esta idea es que puedo hacerlo todo, desde talar el árbol en el bosque, transportarlo a casa y luego cortar, secar y procesar el material completo hasta el producto acabado del suelo.

Para mí, todo el proceso de transformación de la materia prima en producto acabado es importante. Hay muchas tareas diferentes y también hay que saber bastante de maquinaria para controlar todo el proceso. De hecho, tengo muchos robles en mi propiedad. Simplemente cojo una pequeña taladora y voy a talar el árbol, lo corto y le quito las ramas. Luego lo llevo a casa y lo pongo en la sierra de cinta. Una vez cortado el tronco, hay que hacer mucho trabajo tradicional: clasificar las piezas, apilarlas antes del secado.

También hay que dejar una pequeña huella de carbono; últimamente se habla mucho de ello. Yo caliento mis edificios con los residuos de la molienda y los utilizo para alimentar el horno de secado. Es muy bueno para la huella de carbono. Trabajo con madera con mucha vida, porque mi objetivo es hacer un producto vivo. Esto hace que el material sea más difícil de trabajar, porque la madera tiene valores más altos de tensión y motilidad interna. El mayor secreto para que funcione es trabajar con las propiedades naturales de la madera. Hay que adaptar el proceso a las propiedades de la madera.

La parte más difícil del proceso es que todas las operaciones de corte tienen que ser muy precisas en cuanto a las medidas. Si no, no podrás colocar el suelo. La madera es un material vivo y creo que nunca he podido hacer dos piezas exactamente iguales.

La capacidad de la sierra de cinta LT40 para cortar grandes tamaños era el aspecto más importante para mí. Con la Wood-Mizer tienes una funcionalidad sencilla y estable. Las cosas se han diseñado para que puedas trabajar por tu cuenta.

Sierra de cinta que tenía antes era de 1990. Desde entonces el diseño de las sierras de cinta ha evolucionado mucho y la nueva LT40 que compré hace poco es tan profesional que podría trabajar a tiempo completo para mantenerme sólo cortando madera. Definitivamente la recomiendo, estoy realmente muy contento con la sierra de cinta y sus funciones.

La madera tarda diez semanas en secarse al aire. Después la secamos en horno hasta 4,5%. En la última semana añadimos agua una vez más para llevarla a 8,5% antes de retirarla. Esto hace que el material sea más estable.

Es un verdadero placer ver el producto acabado, sabiendo el papel que has desempeñado en su elaboración. La sensación de plenitud, de poder hacer todos estos preciosos suelos de roble, es genial..

Autor: Nils Ohlin, Suecia

Soso: www.woodmizer.ro