Polvo y virutas de transformación de la madera y de los tableros derivados de la madera siempre han sido un problema. Tanto si se trata de una fábrica como de un pequeño taller, el resultado del mecanizado es serrín y polvo del que hay que deshacerse. Así que, a discreción, todo el mundo instala sistemas de escape con filtro. Hubo un tiempo en que, recorriendo el país en busca de clientes para los lagos, veía fábricas de transformación de la madera a lo largo y ancho en busca de extractores. Todos estos sistemas consumen mucha energía, e incluso existe la teoría de que la energía necesaria para evacuar los residuos del fresado o la perforación es igual a la energía necesaria para perforar o fresar. Si no se evacuan, los residuos pueden dañar las herramientas durante el mecanizado. Como, como todo proceso, la evacuación también tiene un rendimiento específico, la máquina debe pararse de vez en cuando para poder limpiarla. La pregunta es: ¿existen herramientas inteligentes que puedan aumentar la eficacia de la evacuación del polvo y reducir así el consumo de energía? Resulta que sí.
Por casualidad, encontré la ficha técnica de una herramienta de este tipo. Como la información técnica era bastante escasa, me puse a investigar. Puede que no sea un "minitehnicus", pero siempre he tenido inclinaciones técnicas (iba a decir que soy ingeniero, pero eso ahora no viene al caso 🙂 ), así que no cejé hasta encontrar información que me ayudara a entender cómo se diseñó el proceso y cómo funciona la pieza.
Se trata de un plato acoplado a un sistema de aspiración capaz de aspirar hasta 90% de las virutas y el polvo formados. Esta turbina, acoplada al mandril, controla el flujo de polvo y virutas resultantes del proceso de fresado y, utilizando la energía del flujo -las virutas salen a gran velocidad al fresar-, las retira de la herramienta de astillado, canalizándolas hacia el sistema de aspiración.
Esta idea aparentemente sencilla tiene muchas ventajas:
- ahorro de energía - El flujo de aire de escape ya no tiene que capturar las virutas, sino que sólo las transporta. Esto reduce el caudal de aire, lo que se nota mucho en invierno, cuando ya no se expulsa el aire caliente, y los costes de calefacción se reducen considerablemente;
- aumento de la productividad - La máquina ya no tiene que detenerse de vez en cuando para limpiarse, con lo que aumenta la productividad y, por tanto, el tiempo de trabajo;
- costes de mantenimiento reducidos - Las astillas son materiales abrasivos, y eliminarlas rápidamente aumenta la vida útil de las brocas y las brocas.
El sistema se denomina "Dust Flow Control" DFC y pertenece al grupo Leitz. Pero además de este sistema, el mandril tiene otras ventajas:
- El material del que está hecho es muy duro, con gran resistencia a las elevadísimas fuerzas de fricción que se desarrollan durante el fresado o el taladrado;
- Sujeción térmica de la herramienta de corte que proporciona la máxima estabilidad y rigidez, optimizando el proceso. Básicamente, la fresa o el taladro se convierten en uno con el portabrocas. Se trata de otro sistema inteligente. Para hacerse una idea puede ver el vídeo a continuación;
- La herramienta se sujeta con una excentricidad de 0,01 mm y está perfectamente equilibrada hasta 24.000 rpm.
Si desea saber más sobre este mandril, bajo su nombre de bautismo "Portabrocas retráctil ThermoGrip® con turbina DFC"puede introducir aquí.
Mi última observación es que si alguien dice que utilizar un sistema u otro le ahorrará dinero, debería probar ese sistema para comprobarlo por sí mismo. Y si es así, utilícelo. No digo que debas sustituir inmediatamente las piezas con las que trabajas ahora por otras. Pero si reduces costes, haces que el sistema sea más eficiente y más rentable. ¡Es mi opinión! 🙂
Añadir un comentario