Llegamos a Sibiel sin avisar. Estábamos de camino a Cluj, a Semana nZEBtras otro rodaje en Cisnădioara. Decidimos hacer una parada en Sibiel, en la casa que Andrei está construyendo, para ver cómo avanzan las obras. Sin embargo, llegamos demasiado tarde a Cluj para filmar nada ese día.
Conocimos a Andrei y Smaranda hace 7 meses cuando nos dijeron cómo encontraron un bonito lugar en Sibiel y están construyendo una casa de madera en medio de un huerto. Se estaba levantando el armazón de madera de la estructura y se estaba empezando a aislar el tejado y todo el exterior de la casa.
Andrei y yo habíamos hablado por teléfono hacía una semana. Sabíamos que estaba muy ocupado trabajando en la guardería Waldkinder de Sibiel y no pensábamos encontrarlo en la obra. Por eso habíamos planeado hablar con Nicu, del equipo de artesanos, para ver el estado de las obras y que nos dijera cuánto tardarían.
Nos sorprendió encontrar la casa casi terminada por dentro y por fuera. En nuestra última visita, Andrei me contó sus planes, pero no me sentía muy optimista de que pudiera cumplirlos. Como es habitual en estos casos, dependemos de los presupuestos, y Andrei buscaba soluciones.
Ahora, desde fuera, como os dije la casa parecía casi lista, y Andrei también estaba allí. A la salida, es cierto, pero también hizo tiempo para nosotros, para contarnos lo que había pasado desde nuestra última visita y cuándo cree que se mudarán a su nuevo hogar.
Les dejo que descubran por sí mismos, en el vídeo, sus impresiones en esta fase de la obra. Hay algo más que quiero destacar. Es algo que quizá no entiendan exactamente por la película, pero que a mí me sorprendió. Me sorprendió porque esto no ocurre a menudo. Sin pedirle su opinión sobre el equipo con el que trabajó, el dirigido por Nicu, Andrei sintió la necesidad de hablar de ello. También parecía algo sorprendido de haber encontrado un equipo que, a lo largo de las fases de construcción, había hecho más de lo que había prometido, a un ritmo sostenido, respetando siempre el nivel de calidad autoimpuesto.
Quería hacer hincapié en lo anterior porque me demuestra, una vez más, que se puede hacer. Materiales de calidad, know-how (lo siento, pero suena mejor en inglés, este con respeto a la tecnología puede estar en rumano pero no cuenta toda la historia), Șoflete y otros como él (nos estamos incluyendo aquí 🙂 ), todo esto hace que la gente (y aquí me refiero tanto a constructores como a beneficiarios) construya más rápido, más sano (para ellos y para el resto de nosotros) y mejor. ¡Se puede hacer!
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