BRICOLAJE

Renovación de la mesa de jardín

Tengo un amigo que vive en Inglaterra con su familia desde hace varios años. Es una persona con mucho talento que, además de su exitoso negocio de repostería casera que siempre lleva adelante, también tiene una larga pasión por la madera y el bricolaje. El otro día me envió fotos de su última "hazaña" pidiéndome consejo. Le daré el consejo aquí mismo, pero no sin antes presentarle el proyecto completo.

Mesa de jardín desgastada por la intemperie

Tenían una vieja mesa de pino que llevaba 3 años en el jardín, maltratada por el sol y la lluvia, durante los cuales el lago se había vuelto escamoso y había aparecido moho en algunas partes. En un momento dado pensó que no sería mala idea convertirla en una mesa de jardín, donde pudieran sentarse juntos a tomar café los días agradables.

Así que se puso manos a la obra. Primero compró lo que necesitaba: papel de lija de diferentes granos, esponjas de lijado, pinturas de diferentes colores y brochas. Como no era la primera vez que hacía bricolaje, la pequeña lijadora ya estaba en el trastero. Luego vino la mesa. La lijó muy bien, primero con lija de 40, luego de 80 y 120 hasta eliminar todo rastro de barniz y moho. Luego siguió lijando con lija de grano 180 para dejar la superficie lo más lisa y bien preparada posible.

Después de lijar, aplicó una capa de color crema, crema condal Cuprinol a toda la superficie con un pincel (ya te he dicho que la acción transcurre en Inglaterra ☺), esperó a que se secara la pintura, lijó bien la superficie con esponjas abrasivas de grano 240 y aplicó otra capa de color.

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Sobre este primer color, aplicó una capa de color Cuprinol tomillo silvestre en las patas y el borde de la mesa. El rectángulo del centro lo dibujó ligeramente con un lápiz de carpintero, a una distancia uniforme del borde -10 cm-, hizo las juntas en las esquinas y borró las líneas no utilizadas con la goma de borrar. Después lo pintó todo con un pincel, sin utilizar forro ni cinta de papel. Una vez seco, envejeció el canto con papel de lija de grano 120, y las patas de la mesa con una esponja de lija de grano 200, que utilizó para llegar a las zonas de difícil acceso.

Ahora todo estaba listo para pasar a la pieza central: pintar un ramo de flores dentro del marco. Hizo la pintura él solo, utilizando 4 colores más: lima soleada, jazmín pálido, pensamiento morado y guisante de olor (sé que los nombres de estos colores no eran necesarios, pero suenan tan bien). Pintó las flores desde cero, es decir, sin plantilla ni ningún otro dibujo útil a lápiz, simplemente mirando un soporte para tartas que tenía flores parecidas. Al final, como toque personal, aplicó un poco de pintura dorada en el borde del tablero.

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Y ahora, la pregunta

¿Qué hacer para proteger su mesa y su cuadro para que duren el mayor tiempo posible al aire libre?

Mi consejo es que lo protejas todo con un barniz transparente resistente al exterior. Necesitas uno lo más incoloro posible para no estropear el efecto. Por desgracia, los barnices de exterior no son totalmente incoloros precisamente para aumentar la resistencia. Están formulados con absorbentes de rayos UV e incluso con pigmentos coloreados. Pero también hay barnices que, aplicados en capa fina, cambian casi imperceptiblemente los colores sobre los que se aplican.

Es muy importante que el lago no interactúe con los colores del cuadro. Si tanto el barniz como los colores son al agua, el agua del barniz (el disolvente del barniz) puede disolver los colores y éstos pueden migrar, arruinando el diseño. Es posible que, aunque ambos sean solubles en agua, esto no ocurra. Como en este caso, en el que se han utilizado pinturas, no tintes, que tras secarse no pueden disolverse con agua. Pero siempre hay que probar antes, por separado en un trozo de madera, cómo interactúan las dos capas.

Lo más seguro es utilizar distintos tipos de materiales, es decir, si has pintado con colores al agua, protégelos con barniz al disolvente y viceversa.

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Espero que te haya gustado el proyecto y te haya despertado las ganas de hacer bricolaje. Lo único que puedo hacer es desearte mucha suerte y que sepas que estoy a tu disposición siempre que necesites consejo.

Mihaela Radu

Mihaela Radu es ingeniera química, pero su pasión es la madera. Lleva más de 20 años trabajando en este campo, siendo el acabado de la madera lo que la ha definido durante este periodo. Ha adquirido experiencia trabajando en un instituto de investigación, en su propia empresa y en una multinacional. Desea seguir compartiendo su experiencia con quienes sienten la misma pasión, y mucho más.

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