Este año (2016) en Milán, la empresa productora de barnices y pinturas para madera Sirca- presente en el mercado rumano desde 1993 - organizó el acto Cromatografía. El acto puso de relieve el diálogo entre arte, arquitectura e industria. Presento este evento por tres razones: la idea me pareció original, fue un evento muy especial y vanguardista y, por último, pero no por ello menos importante, me hizo mirar con otros ojos a un fabricante de barnices y pinturas que conozco desde hace mucho tiempo.
Las lacas y pinturas son parte integrante del diseño y la arquitectura.
Evención Cromatografía tuvo lugar en el Museo Diocesano de Milán durante la Semana del Diseño, en abril. Las instalaciones del patio interior del museo fueron concebidas por el diseñador Luca Trazzi y creadas por colaboradores de Sirca de toda la vida utilizando lacas y pinturas del fabricante italiano.
La idea del evento era mostrar al mundo que los barnices y las pinturas son parte integrante del diseño y la arquitectura. En un mundo cambiante y lleno de retos, la colaboración entre arquitectos, diseñadores y fabricantes es imprescindible. Los creadores se han propuesto y han conseguido conducir al visitante a un mundo creativo y sensorial lleno de colores, materiales y texturas.
Para realizar el proyecto, Sirca retó a sus colaboradores a aportar sus productos tradicionales para dar vida a la idea de Luca Trazzi. El proyecto se diseñó de forma que todos los materiales pudieran reutilizarse tras el evento.
Básicamente, todo el trazado consistía en un muro formado por 136 depósitos de acero para la recogida de residuos, complementado por 2 torres de 12 m de altura formadas por marcos de ventanas que giraban entre sí. El muro sustituyó al 4º lado del jardín interior del museo, destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Durante el acto, se proyectaron en él imágenes del interior del museo, alternadas con imágenes de colores. La pintura se complementó con accesorios de madera alrededor de dos fuentes y una mesa de 18 m de largo bajo los arcos. La mesa, creada con una impresionante gama de colores y texturas, permitía a los visitantes tocar los acabados, sentirlos y descubrir las diferencias de texturas.
Luca Trazzi afirma que su proyecto mostró a la gente la posibilidad de utilizar los productos de revestimiento de una forma diferente para despertar la creatividad de los visitantes. Está convencido de que las instalaciones del evento llevaron al mundo al reino de los sentidos y la creatividad.
Con Cromateria, Sirca ha pasado a otro nivel, presentándose a arquitectos y diseñadores como un socio en pie de igualdad.
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