Casa rural en la isla

Esta preciosa casa de vacaciones de madera está situada en una pequeña isla de la bahía de Karlholm, en el mar Báltico, a unas horas en coche al norte de Estocolmo (Suecia). No hay más de 20 casas de vacaciones de este tipo en toda la isla, que no tiene electricidad, gas ni agua corriente.

Esenciales de estilo escandinavo

La parte central de la casita se construyó en 1930, donde ahora está el salón. En 1975 se amplió la casa hasta alcanzar una superficie interior total de 55 metros cuadrados. Se añadieron dos zonas, una de cocina y otra donde se habilitaron 2 dormitorios. Las dos zonas están a ambos lados de la parte central. Debido a que el tejado era muy bajo, la ampliación del tejado para las dos zonas añadidas se hizo con una inclinación muy baja, al final acabó pareciéndose a las alas de un pájaro en vuelo. También debido a la baja altura, las partes añadidas se construyeron un escalón más abajo, por lo que la zona habitable destaca por ser más alta.

Como en la isla no hay servicios públicos, se ha instalado un pequeño panel solar en el tejado que proporciona energía para la iluminación y el frigorífico. La cocina es de gas, alimentada por una bombona, y el agua se trae del continente. A pesar de estas carencias, la cocina está bien equipada con todo lo necesario.

Los dos dormitorios están amueblados en un estilo escandinavo minimalista y clásico. El dormitorio principal tiene paredes y suelos de madera, pintados de blanco como los muebles. Todo es sencillo, sin añadidos innecesarios. El otro dormitorio, habilitado como habitación infantil, tiene dos literas de madera, también blancas como las paredes de madera. El suelo de parqué es de roble, lavado en blanco grisáceo, y el toque de color lo aportan una cómoda de color castaño y una cómoda antigua de color verde grisáceo. La casa se calienta con una estufa de leña.

En el exterior, en 3 lados dispuestos sobre un podio de madera, se encuentran las terrazas. La pared acristalada del salón se puede abrir y la zona se extiende hasta la terraza delantera. Las otras dos terrazas disponen de amplias zonas para comer o descansar junto al agua.

El cuarto de baño no está dentro de la casa. Una construcción de madera junto a la casa cumple esta función. También se acondicionó en 1975, con dos estancias separadas, una destinada a habitación de invitados y otra que contiene el retrete y la ducha. El retrete tiene un sistema especial de compostaje, ya que no hay alcantarillado.

La propiedad está delimitada con una especie de valla hecha de piedras colocadas unas encima de otras. Hay un embarcadero que posibilita el acceso a la propiedad. Todo es pequeño pero suficiente en una sana tradición escandinava.

La pequeña casa de vacaciones de madera, sacada de un cuento de hadas, está a la venta. Así que, ¡nunca se sabe! 🙂

(fuente: smallhousebliss.com)