Hay muchas costumbres de Año Nuevo, quizá menos espectaculares que la Navidad, pero igual de significativas. La transición al Año Nuevo es motivo de celebración en todo el mundo y las costumbres están relacionadas con el deseo de la gente de dejar atrás sus decepciones, fracasos y agravios y empezar el Año Nuevo con la esperanza de que todo será mejor, más bonito, más enriquecedor. Y para asegurarse de que así sea, tienen todo tipo de rituales, antiguos y nuevos. Veamos algunos de ellos.
Comenzamos con Países Bajosporque aquí la costumbre también está ligada a la madera. En Nochevieja, en el exterior, al aire libre, a veces incluso en la calle, se amontonan los árboles de Navidad y se les prende fuego. El fuego se considera purificador, limpia el pasado para dar la bienvenida al nuevo año. Una tradición más reciente es hacer un enorme montón de palets en la playa de Scheveningen el 29 de diciembre y prenderle fuego.
En Escociahombres en kilts hacen girar bolas de fuego purificadoras. La costumbre se llama Hogmanay. También aquí (y en Inglaterra) se dice que es bueno que el primero que entre en tu casa en Año Nuevo sea un hombre de pelo negro. Debe traer sal, carbón y pan para que en Año Nuevo todos tengan comida (pan), dinero (sal) y calor (carbón).
En Alemania es la costumbre de verter plomo fundido en el agua y, según la forma que adopte, se puede saber si será un buen año o uno malo. Si el plomo forma una bola, una esfera, entonces es señal de buena suerte para todo el año.
En España es bueno comer 12 uvas a medianoche, una uva por cada mes del año. Así es como los españoles se aseguran 12 meses de felicidad.
En GreciaDespués de medianoche, es costumbre cortar la Vasilopita. La vasilopita, o pan de San Basilio, es una hogaza casera en la que se coloca una moneda de plata u oro antes de hornearla. El pan se corta en partes iguales, un trozo para cada comensal, más un trozo que se considera que pertenece a la casa. Quien encuentre la moneda tendrá suerte todo el año. Si el penique se encuentra mientras se corta el pan (en el camino del cuchillo), la buena suerte se queda en la casa. Es una costumbre que hago todos los años y puedo decir que es muy divertida, sobre todo para los niños.
En Japón La celebración entre años es muy importante como símbolo de renovación. Las bonenkai -fiestas de despedida para decir adiós a los problemas y preocupaciones del año pasado y prepararse para el nuevo- se organizan ya a principios de diciembre. Se olvidan los malentendidos y las penas y se limpian las casas. A medianoche del 31 de diciembre, los templos budistas tocan los gongs 108 veces para eliminar 108 debilidades humanas. El primer día es un día de alegría en el que no hay que trabajar. Los niños reciben pequeños regalos con dinero dentro (otoshidamas). Es costumbre enviar postales con buenos deseos, y si se depositan antes de una fecha determinada, el correo garantiza la entrega el 1 de enero.
En Ecuador se acostumbra a hacer disfraces de espantapájaros con periódicos y trozos de madera que se queman a medianoche. Así destruyen todo el mal del año anterior y ahuyentan la mala suerte que aún acecha. De este modo, los hogares se llenan de buena suerte y felicidad en el nuevo año.
En Estonia Es costumbre comer 7, 9 o incluso 12 veces en Nochevieja. Se dice que así se adquiere la fuerza de varios hombres. Por ejemplo, comer 7 comidas te dará la fuerza de 7 hombres. Las comidas no se hacen en total, sino que cada vez se deja comida y bebida para los antepasados, que vienen a visitar las casas en Nochevieja.
Probablemente la tradición más famosa de EE.UU. es el descenso de la bola en Times Square, Nueva York, a las 23:59. Miles de personas se reúnen en la plaza para ver descender la bola durante un minuto, hasta llegar al fondo a medianoche. La tradición comenzó en 1907, cuando la bola era de madera y hierro. También en Estados Unidos existe la costumbre de comer guisantes en Nochevieja para tener buena suerte en el año venidero.
En Rumanía Hay muchas costumbres y tradiciones en Nochevieja. Tenemos costumbres de la época precristiana, con jóvenes enmascarados que recorren las calles para ahuyentar a los malos espíritus. Cabras, ciervos y osos, y también arados. Recuerdo que me encantaba el campo en esta época del año. En Nochevieja, los muchachos acudían con sus rejas de arado para desear prosperidad, salud y bienestar. Entre estrofa y estrofa tocaban las campanas y hacían sonar el látigo para ahuyentar a los malos espíritus. Todo el mundo les daba la bienvenida y les obsequiaba con pretzels, bizcochos, nueces y manzanas, que metían en bolsas de lana tejidas y cosidas con motivos folclóricos. Por la mañana temprano, mi madre me despertaba porque venían los "muchachos del gran arado". Me sentaba en el calor de la casa y miraba por la ventana a los jóvenes a caballo, vestidos con trajes folclóricos, que venían con sus arados a arar un surco en el patio de cada granjero, para que tuvieran comida en abundancia todo el año. Eran tan hermosos aquellos jóvenes con sus caballos adornados con flecos de papel crepé. Tiraban de los caballos por las patas traseras. Era tan hermoso. Es una pena que estas costumbres se hayan perdido.
Espero que la Nochevieja te encuentre con tus seres queridos, en paz, sano y feliz. Y no olvides llevar algo rojo y dinero en los bolsillos o en el pecho a medianoche. ¡Feliz Año Nuevo!
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