Debo admitir que no conocí el Kendama hasta el año pasado, cuando mi nieto lo recibió como regalo de Navidad. Al principio me pareció muy sencillo y no entendía por qué lo quería tanto. Al intentar jugar con él me di cuenta de que hasta la figura más sencilla es muy difícil de hacer y lo miré con otros ojos. Desde entonces he visto a más y más gente jugando, el otro día incluso al Príncipe Carlos recibiendo lecciones de un hábil adolescente. Y también me enteré de que el amable CRBL es un ávido jugador con más de 350 piezas en su colección personal. Como el juguete es de madera, despertó mi interés y traté de averiguar más sobre él y su historia.
El kendama es un juguete japonés de madera que consiste en una varilla en forma de martillo y una pelota sujeta a la varilla con una cuerda de 40 centímetros de largo. La varilla tiene 3 copas de diferentes tamaños, una en el extremo inferior y las otras 2 en los dos extremos del "martillo". También tiene un pincho en el otro extremo, opuesto a la copa inferior. Básicamente, el juego consiste en atrapar la bola de madera en una de las 3 copas o en la punta que encaje perfectamente en el agujero de la bola. Las técnicas más avanzadas implican otras formas de atrapar la bola que excluyen las copas o la punta. Aunque no lo parezca, existe un gran número de formas específicas de atrapar la pelota y de técnicas para hacerlo.
Aunque está muy extendido en Japón, el origen del juego parece estar en Europa, en Francia. Aquí, en el siglo XVI, existía un juego llamado bilboquet, que consistía en atrapar la pelota en una de las copas situadas en los dos extremos de una varilla a la que se sujetaba la pelota con un cordel.
El juego llegó a Japón a través de la Ruta de la Seda durante el periodo Edo (1603-1868), vía Nagasaki, la única ciudad japonesa abierta al comercio exterior en aquella época. Se desconoce la fecha exacta en que entró en Japón, pero se cree que fue entre 1777 y 1778, cuando se utilizaba como juego de beber entre amigos en los bares. El que se equivocaba era obligado a beber un vaso más. Durante el periodo Meiji (1868-1912), el Ministerio de Educación introdujo el kendama en una especie de programa de educación infantil, por considerarlo un juego que desarrollaba habilidades. Cada vez es más popular entre los jóvenes.
En 1919 se puso a la venta por primera vez un precursor del Kendama llamado Nichigetsu (bola del sol y la luna). Se llamaba así porque la bola se parecía al sol y las copas a la luna creciente. Fue entonces cuando el juguete se hizo muy popular, apareciendo todo tipo de variantes del juego.
En 1975, Fujiwara Issei, un escritor infantil, creó la Asociación Japonesa de Kendama, que estandarizó el juego para su uso en competiciones y creó unas reglas para que los competidores jugaran de la misma manera. Así comenzaron las competiciones y la pasión se extendió masivamente entre los jóvenes.
Desde Japón, el juego ha viajado por todo el mundo gracias a Internet y a las nuevas posibilidades de comunicación rápida. Han surgido nuevas asociaciones en otros países y han empezado a organizar sus propias competiciones. En 2008 se creó la Asociación de Kendama del Reino Unido, que organizó su primer torneo ese mismo año. Este año, CRBL ha decidido dedicarse más al juego. Organizará campamentos para niños que quieran aprender el juego, así como competiciones.
Juegos similares existen y han existido en todo el mundo. Pero está claro que Japón ha conseguido convertir este sencillo juego en un regalo de Navidad muy deseado.
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