Entre las grandes fábricas de muebles y los aficionados al bricolaje, hay una categoría creciente de carpinteros con taller propio que son empresarios y asalariados a partes iguales. Tuve el placer de conocer a algunos de ellos y descubrí que algunos han dejado trabajos en derecho, informática, escenografía o ingeniería automovilística para dedicarse a su pasión. Son perfeccionistas en su oficio, intentan hacerlo todo lo mejor posible, investigan y no dejan nada al azar.
Pero cuando se trata de dar acabado a objetos o muebles hechos con tanta atención al detalle y delicadeza, algunos de ellos no siempre toman las mejores decisiones. Compran en las tiendas de bricolaje barnices sin mucha complicación, y si han renunciado a la brocha deciden comprar también allí una pistola pulverizadora cualquiera, pensando que al ser barata pueden comprar otra cuando empiece a tener problemas. Fue pensando en ellos cuando decidí escribir estos sencillos consejos.
Quiero ser muy claro desde el principio. No se trata de todo el mundo en esta profesión, ni de un enfoque superior del tema. Simplemente me gusta esta nueva generación, me impresiona su afán de superación, y quiero ayudar compartiendo los conocimientos que he adquirido a lo largo de toda una vida dedicada al trabajo de la madera, siendo consciente al mismo tiempo de que yo también puedo aprender mucho de ellos.
El consejo que quiero dar ahora no es sobre cómo trabaja realmente un principiante en acabados. Se trata de encontrar un proveedor serio de materiales y sistemas de aplicación en el que pueda confiar siempre que necesite asesoramiento y, sobre todo, cuando surjan problemas. Así que, en mi opinión, debería:
- utilice productos profesionales de proveedores de barnices y pinturas para madera o de sus distribuidores. De este modo dispondrá tanto de productos especialmente formulados para su aplicación en madera como del apoyo técnico necesario para obtener un producto de calidad. Recuerde. Puede hacer un producto maravilloso con juntas perfectas dignas de carpintería tradicional japonesaPero si se aplica un barniz malo, todo se ve comprometido;
- solicite toda la información necesaria y las fichas técnicas del producto o cualquier otro documento que contenga datos técnicos sobre el mismo;
- Pregunte por el técnico de la empresa, preséntese, pida su número de teléfono. En caso de duda, conviene preguntar y aclararlo todo antes de empezar a trabajar. Evite muchas molestias y, lo que es más importante, muchas pérdidas de material. Todas las empresas de este tipo cuentan con técnicos bien formados y es una pena no utilizar un servicio que se pone a su disposición gratuitamente;
- Compra pistolas y equipos de pulverización en empresas especializadas. Dígales qué va a hacer con el equipo y pídales consejo. Tienen interés en darte la mejor solución porque saben que es a ellos a quienes debes acudir si tienes problemas.
- no compares el precio de los equipos profesionales con el de los supermercados o tiendas de bricolaje. Aunque parezcan iguales, no lo son. El precio de la tienda de bricolaje siempre será más atractivo, pero puede que no iguale el nivel de prestaciones del profesional;
- compre equipos con el mismo cuidado con el que compra herramientas para trabajar la madera. Si piensa así, descubrirá que el enfoque será diferente. Si los cinceles o el equipo que utiliza para trabajar la madera son de la máxima calidad, ¿por qué iba a comprar una pistola de cuya calidad no está seguro, arriesgándose a arruinar todo el trabajo que ha realizado hasta la fase de pulverización?
Puede que pienses que son consejos triviales, pero siempre son las pequeñas cosas insignificantes las que más nos entorpecen. El otro día hablaba con Gabriel Mănoiu, de Consultoría FalkDistribuidor de equipos de pulverización en Rumanía Sames-Kremlin. Sus equipos son los más vendidos del país, con pistolas tanto para pequeños talleres de carpintería como para sofisticadas instalaciones en grandes fábricas de muebles.
Le pedí que me diera 5 consejos que daría a un principiante en la pulverización. Esperaba cosas rimbombantes. En realidad, recibí los consejos más sencillos y de sentido común. Todo empieza con cosas sencillas, aparentemente triviales, que a menudo tendemos a pasar por alto. Estos son los consejos de Gabriel Mănoiu:
- Utilice siempre la boquilla adecuada en la pistola, en función del material y de la superficie a tratar;
- Ajustar la presión y la abertura del chorro en función del material utilizado y de la superficie a tratar;
- Sujete la pistola perpendicularmente a la superficie que desea acabar y "camine" con ella sobre la superficie, no la haga pendular;
- Pulverice la mayor cantidad posible sobre la superficie y la menor posible fuera de ella. Así se evita el despilfarro. Sin embargo, no se vaya al otro extremo, no pulverice hacia fuera en absoluto, ya que se "perderá" los bordes. La cantidad depositada en los extremos será menor que en el centro;
- Siga las instrucciones de mezcla y dilución de la ficha técnica del producto. La colocación sobre la superficie, los derrames de material y la calidad de la superficie suelen depender de la forma en que se haya preparado el material y no tanto de la calidad y el ajuste de la pistola pulverizadora.
Desarmantemente sencillo, ¿verdad? Y, sin embargo, ¡qué grandes problemas pueden surgir si se ignoran!
Todo el respeto por lo que haces.