Nuestro bosque: Un viaje por el alma de una industria

A veces las mejores historias nacen de encuentros inesperados. Cuando Marcin y Jakub (Kuba), del equipo de Wood-Mizer Polonia, llegaron a Rumanía en agosto de 2024 para rodar una película sobre la industria maderera, no esperaba que esta experiencia se convirtiera en mucho más que un simple proyecto cinematográfico.

"Nuestro bosque" es el resultado de una semana pasada junto a personas que no sólo abrieron las puertas de sus fábricas, sino también sus almas. Es la historia de un viaje por los paisajes más bellos de Rumanía, un viaje que unió a personas de distintos países en torno a una pasión común: la madera.

Desde el primer momento, supimos que estábamos ante algo especial. Rumanía revela su belleza poco a poco, como un libro que abres página a página. Marcin y Kuba, con su pasión por las imágenes perfectas, nos pararon docenas de veces por el camino para captar un rayo de sol atravesando las hojas o la mágica luz del atardecer. Las montañas de Bucovina, con sus bosques centenarios, les conquistaron por completo. Estos paisajes no son un mero telón de fondo de esta película: son el protagonista principal, la belleza que hay que preservar para las generaciones futuras.

En Moldovița, la velada que pasamos en la terraza de Liviu Țiplic sigue siendo memorable no solo por los debates sobre la trazabilidad de la madera o el futuro del sector, sino por la calidez con la que nos acogieron. Bajo el cielo estrellado de Bucovina, entre risas e historias compartidas, se forjaron amistades que trascienden las fronteras profesionales. Liviu nos demostró que la hospitalidad rumana no es un tópico, sino una realidad vivida.

En Sadova, la familia Bota nos recibió con una calidez que te hace comprender de inmediato por qué estas personas han logrado construir un negocio de éxito. Viorel Bota, con la modestia que le caracteriza, nos habló de sus sueños realizados gracias al trabajo duro y la determinación. Pero más allá del éxito profesional, descubrimos una familia muy unida, con valores genuinos, que vive en armonía con la naturaleza que les rodea.

Coșna nos ofreció quizá el paisaje más espectacular de todo el viaje. Allí, entre las colinas de la depresión de Dornelor, Dorin Văideanu nos demostró que su pasión por la madera puede adoptar formas artísticas extraordinarias. Las casas que construye no son simples viviendas: son obras de arte que celebran la belleza de la madera rumana. Su energía contagiosa nos ha conmovido a todos, y el entusiasmo con el que habla de su oficio te hace comprender por qué la madera puede convertirse en una vocación, no sólo en una profesión.

En el condado de Suceava, en Lăcusta Prodcom, Ionica Ștefănoaia Nos contó sus comienzos en el sector con la misma pasión con la que un abuelo cuenta a sus nietos los viejos tiempos. Sus historias, desde la primera feria BIFE a la que asistió en 2006 hasta el negocio actual, se convirtieron en los hilos con los que se tejió la narración de la película.

Ciprian Muscă nos dio la perspectiva amplia, la visión general de una industria que se está transformando. Sus equilibradas palabras dieron peso y credibilidad al mensaje que transmitimos. Con él nos dimos cuenta de que la industria maderera rumana no es sólo cuestión de cifras y estadísticas, sino de responsabilidad y visión a largo plazo.

Pero "Nuestro bosque" no trata sólo de lugares y personas, sino de la magia que se produce cuando se reúnen personas con la misma pasión. Estos días, los polacos del equipo Wood-Mizer han descubierto la auténtica Rumanía, la que no aparece en las guías turísticas. Los rumanos abrieron sus casas y sus almas, demostrando que la industria maderera es algo más que un negocio: se trata de comunidad, tradición y respeto por la naturaleza que nos rodea.

En el Cornul Luncii, donde Ionică Ștefănoaia presentó su impresionante colección de máquinas Wood-Mizer, nos dimos cuenta de que estábamos presenciando algo especial. No se trataba solo de una presentación técnica, sino de un antiguo vínculo entre un empresario rumano y Wood-Mizer, un vínculo construido sobre la base de la confianza y el respeto mutuos. Marcin y Kuba captaron estos momentos con una sensibilidad artística que convierte cada fotograma en un testimonio de la belleza de esta colaboración.

La película capta todos estos momentos y al mismo tiempo la belleza de los paisajes. Los bosques centenarios, las verdes colinas, los pintorescos valles... son argumentos de peso para defender la necesidad de preservar esta riqueza natural. Cada fotograma de la película grita que hay que preservar esta belleza para los que vengan después de nosotros.

"Nuestro bosque" habla de sostenibilidad no a través de discursos teóricos, sino mediante el ejemplo concreto de personas que viven esta filosofía cada día. Habla de modernización no a través de frías cifras, sino de las historias de quienes han sustituido la mano de obra bruta por tecnología de alto rendimiento. Habla de responsabilidad no sólo a través de leyes y reglamentos, sino a través del compromiso personal de quienes han dedicado su vida a esta industria.

Aquella semana fue algo más que rodar una película. Se trató de estrechar lazos de amistad entre personas que, aunque hablan idiomas distintos y viven en países diferentes, comparten el mismo amor por la madera y la misma visión del futuro de esta industria. Viajamos juntos por Bucovina, Transrarrau, Bicaz, hasta Sibiu, donde pasamos un fin de semana maravilloso. Marcin y Kuba dejaron Rumanía con el corazón lleno y planes de volver. Los rumanos se fueron con hermosos recuerdos y nuevos amigos del extranjero.

Cuando ves Our Forest, no ves sólo un documental sobre la industria maderera. Ves la belleza de Rumanía, ves la calidez de su gente, ves la pasión que conecta a personas de diferentes países. Ves una semana en la que nacieron amistades y en la que se demostró, una vez más, que la madera no es sólo un recurso económico: es una fuente de alegría, una fuente de inspiración y un puente entre culturas y generaciones.

Este es el verdadero mensaje de la película "Nuestro bosque": que detrás de cada industria hay personas, detrás de cada paisaje hay una historia, y que merece la pena preservar la belleza de este mundo porque refleja el alma de quienes lo aman de verdad.

Una semana después de su visita a Rumanía, Marcin iba a casarse, un momento que añadió aún más emoción a esta experiencia compartida. Desde entonces, las amistades forjadas en aquellos días de agosto de 2024 han seguido floreciendo. Recientemente, en la Ligna Hannover de mayo de 2025, al reencontrarme con Kuba, recordamos con nostalgia nuestro viaje por Rumanía. Las fotos que me envió de la boda de Marcin, nuestras conversaciones habituales y estos encuentros inesperados demuestran que la película "Nuestro bosque" ha dado a luz mucho más que una colaboración profesional: ha creado amistades verdaderas y duraderas.

Estoy orgulloso de haber contribuido no sólo a la creación de esta extraordinaria película, sino también a la forma en que Rumanía se ha presentado al mundo: con su auténtica belleza, la calidez de su gente y la pasión que caracteriza a esta industria. "Our Forest" es, en definitiva, una declaración de amor a un país, a una industria y a las personas que la hacen especial.