Sobre la quema de madera y el método de protección y coloración de la madera denominado Shou Sugi Ban Se trata de leña quemada con métodos tradicionales en los que todo está controlado para que pueda apagarse a la hora deseada. Pero hay otra forma de quemar madera: la quema eléctrica. Y aquí no me refiero al pirograbado, sino a una forma más agresiva en la que la madera se cuece básicamente. He visto todo tipo de material y películas sobre madera quemada eléctricamente, pero siempre he tenido la sensación de que la madera está muy torturada. Quizá mi exagerada pasión por la madera me hace verlo como un método de tortura y por eso lo he obviado hasta ahora. Desde luego soy muy subjetivo.
La combustión eléctrica de leña es extremadamente peligrosa
Lo que tienes que saber en primer lugar es que el método es realmente peligroso, ya que implica miles de voltios, y no te recomiendo que lo intentes. Me parece muy arriesgado y potencialmente mortal. Sin un conocimiento profundo del fenómeno, equipo de protección y asistencia cuando el proceso está en marcha, NO hay que experimentar con el método.
Comenzó en 1977, cuando el físico alemán Georg Lichtenberg hizo un interesante descubrimiento. Las descargas eléctricas en superficies planas producían ciertos patrones, desde entonces llamados figuras de Lichtenberg. Los mismos patrones aparecen también en la piel de las personas cuando reciben energía o les cae un rayo. Son patrones complejos, como troncos de árbol con muchas ramas, cada una de las cuales copia al tronco principal.
Estas imágenes se producen cuando se producen descargas eléctricas en un material aislante. La corriente no atraviesa rápidamente el material, debido a sus propiedades poco conductoras, y queda atrapada en él. Es como si un rayo hubiera quedado atrapado en el material. Por cierto, se han realizado interesantes pruebas en las que la corriente eléctrica se descargaba en un bloque de material plástico transparente que no conduce la electricidad. El resultado es un trozo de material que tiene un... rayo en su interior.
Así se llegó a la madera. Como sabe, la madera es un material aislante. Sin embargo, para realizar esos diseños, la corriente tiene que entrar en la madera. Por eso hay que aumentar su conductividad. Esto se consigue mojando la madera con un electrolito, una solución de sales en agua. El electrolito conduce la electricidad mucho mejor que el agua corriente. Se puede utilizar sal de cocina, pero es preferible utilizar bicarbonato sódico. La sal contiene cloro, y las altísimas temperaturas que se alcanzan durante el proceso pueden generar subproductos tóxicos. El uso de bicarbonato sódico (levadura en polvo) elimina este riesgo.
El gran riesgo del proceso proviene del uso de una corriente de muy alto voltaje. Se necesitan al menos 2.000 voltios para hacer dibujos en un pequeño trozo de madera (10×5 cm). Puedes imaginarte lo arriesgado que es. Básicamente, esta corriente eléctrica se descarga sobre la superficie de la madera con la conductividad aumentada por el electrolito, y esta descarga queda impresa en la madera en forma de figura de Lichtenberg. Tras la cocción, la madera se limpia suavemente con un cepillo de alambre para eliminar la parte carbonizada, se limpia y luego se barniza para protegerla. El resultado son pequeños "cuadros" de madera con figuras de Lichtenberg. Si las tablas son más grandes, pueden utilizarse como tableros de mesa o como parte de otros muebles.
Cualquier tipo de madera puede tratarse de este modo, pero por lo que he visto de los especialistas, la quema eléctrica de madera funciona mejor en contrachapados finos de 3 hojas de chapa técnica, chapados por ambas caras con chapa estética muy fina. Al mojar, la solución no penetra profundamente en la madera, sino que se queda en la superficie, mojando sólo la capa de chapa superior. El tablero no quedará totalmente mojado y será menos peligroso.
La corriente eléctrica se propaga mejor a lo largo de la fibra que perpendicularmente a ella. En mi opinión, esto se debe a que la corriente viaja más fácilmente por los caminos por los que ha viajado el alimento en el interior del árbol, porque esos caminos son los que contienen más sales, por lo que los electrolitos son más fuertes.
Hay mucho más que decir sobre este tema, pero reconozco que esta vez no quiero extenderme. La combustión eléctrica de la madera es peligrosa y no creo que deba incluirse ni probarse en sus proyectos. El peligro en este caso es infinitamente mayor que en otras formas de tratar o procesar la madera, y puede significar la pérdida de vidas humanas. Por lo tanto repito: NO¡hazlo si no tienes formación!
Mihaela Radu es ingeniera química, pero su pasión es la madera. Lleva más de 20 años trabajando en este campo, siendo el acabado de la madera lo que la ha definido durante este periodo. Ha adquirido experiencia trabajando en un instituto de investigación, en su propia empresa y en una multinacional. Desea seguir compartiendo su experiencia con quienes sienten la misma pasión, y mucho más.
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